Según la Organización Mundial de la Salud, los adultos de 60 años o más corren mayores riesgos de sufrir trastornos psicológicos.
Las últimas cifras mostraron que más del 20% de ellos sufren algún trastorno mental o neurológico y alrededor del 6,6% alguna discapacidad.
Además, esas condiciones suelen representar el 17,4% de sus años de vida con discapacidad, un término que refleja cómo impacta una enfermedad la calidad de vida de las personas antes de su fallecimiento.
Pero, ¿cuáles son los trastornos psicológicos más comunes? Sigue leyendo para conocerlos y poder brindar una mejor ayuda a los adultos mayores en tu familia.
Depresión
Según la OMS, la depresión afecta a aproximadamente el 7% de la población mundial de mayor edad.
La depresión es un trastorno que puede causar un gran sufrimiento y conducir a un deterioro significativo en la calidad de vida.
Generalmente, esta enfermedad no recibe un diagnóstico ni tratamiento en los entornos comunes de atención primaria. Esto sucede porque los síntomas suelen pasarse por alto, ya que muchos creen que son comportamientos colaterales de la vejez.
Sin embargo, la depresión es el trastorno que más afecta la salud mental en la tercera edad. De hecho, la vida diaria de las personas con síntomas depresivos suele verse más afectada en comparación con quienes sufren afecciones médicas crónicas como las enfermedades pulmonares o la diabetes.
Demencia
De acuerdo a datos de la OMS, la demencia afecta a alrededor del 5% de la población mundial de mayor edad.
Este síndrome es generalmente crónico y progresivo, lo que significa que puede empeorar con el tiempo y afectar muchos otros aspectos relacionados con la salud mental en la vejez.
Cuando progresa, la demencia puede producir deterioro de la memoria, la capacidad para realizar las actividades cotidianas y el comportamiento.
Este trastorno afecta principalmente a los adultos mayores y se estima que casi 50 millones de personas en todo el mundo viven con demencia. Sin embargo, eso no significa que cualquier anciano que conocemos padecerá esta enfermedad.
La demencia no es una parte normal del envejecimiento sino que es causada por un deterioro importante en la salud mental y las neuronas del cerebro.
Los síntomas más comunes que puede causar la demencia son dificultad para orientarse en tiempo y espacio, pérdida de la memoria, dificultades para razonar, pérdida de interés en hábitos o aficiones.
Ansiedad
La OMS dice que al menos el 3,8% de la población mayor sufre trastornos de ansiedad, que se caracteriza por una sensación de preocupación excesiva y persistente.
Existen varios tipos de ansiedad, incluyendo el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social, y la fobia social. El trastorno obsesivo-compulsivo también puede considerarse en esta categoría, ya que causa pensamientos intrusivos recurrentes que suelen ser aliviados con comportamientos repetitivos.
Muchos adultos mayores que sufren ansiedad experimentan síntomas físicos, como la aceleración del ritmo cardíaco, tensión muscular, mareos y problemas digestivos.
La ansiedad es otro de los trastornos más comunes cuando se trata de salud mental en ancianos. De hecho, la población de tercera edad es más propensa a desarrollar síntomas físicos.
Delirium o síndrome confusional agudo
También conocido como delirio o delirium, el síndrome confusional agudo (SCA) es un cuadro clínico que usualmente se manifiesta como un estado de letargia o somnolencia.
El delirio suele empezar de forma aguda, causando alteración en la conciencia o desorientación, pensamiento desorganizado, alucinaciones, alteraciones en la percepción, déficit de atención, y estado de agitación extrema.
Las personas que sufren el síndrome confusional agudo también pueden experimentar cambios en todo lo que tiene que ver con las funciones cognitivas, incluyendo el lenguaje, el pensamiento y la memoria.
¿Cómo podemos ayudar?
La OMS recomienda algunas estrategias de tratamiento y atención para abordar las necesidades de salud mental de los adultos mayores a través del envejecimiento activo y saludable.
Esto implica crear condiciones y entornos que puedan respaldar su bienestar y permitirles mejorar su calidad de vida. Por lo tanto, es importante garantizar que las personas mayores cuentan con los recursos para satisfacer sus necesidades. Estas son algunas de las cosas que podemos hacer:
- Brindarles seguridad, amor y libertad.
- Asegurarnos que tienen una vivienda adecuada.
- Brindarles apoyo social.
- Motivarlos a participar en actividades sociales o programas de salud en la comunidad, especialmente si viven solos.
- Adaptar sus viviendas o habitaciones para darles más autonomía, seguridad y movilidad a los adultos mayores.
Además, también es importante reconocer y tratar de forma oportuna los posibles trastornos psicológicos que nuestros familiares puedan sufrir.
Con seguimiento y apoyo, podemos ayudar a nuestros seres amados a vivir una vida más plena y disfrutar de una mejor salud mental.
Te invitamos a descargar la Guía gratuita: Cómo cuidar la salud mental de un adulto mayor.
