Sabemos que, con los años, el cuerpo cambia; por lo general para nuestra desventaja. Así que a medida que nuestros seres queridos se adentran en sus años dorados, empezamos también nosotros a adentrarnos en un mundo lleno de consultas médicas, medicamentos y, si queremos hacerlo correctamente, aparatos de monitoreo de signos.
Claramente, ninguno de esos aparatos representa una solución en sí mismo, pero sí son una brújula indispensable para guiar la acción en un momento en que la salud corra algún riesgo. El problema es que, en especial al inicio de nuestros días como cuidadores, a veces se nos presentan más dudas de las que esperamos sobre cómo usar estos aparatos y cómo responder a los resultados.
En este artículo respondemos las dudas más frecuentes sobre la medición de los tres signos más importantes en la adultez, no sin antes invitarte a que dejes tu comentario si aún te queda alguna otra duda que quieras que te respondamos:
En general, lo correcto es medir en lugar de solo guiarse por los síntomas, principalmente porque estos pueden ser confusos o bien el paciente podría sin querer expresar algo diferente a lo que en realidad le ocurre. Asimismo, un mismo síntoma, por ejemplo, un mareo, podría obedecer tanto a hiper como a hipotensión arterial, a niveles de azúcar alterados o a una simple reacción a un movimiento brusco. Así que, para poder estar seguros de la acción a tomar ante un malestar, hay que medir los signos importantes, en especial en personas diagnosticas con hipertensión o diabetes, y luego actuar según indicaciones médicas.
Publicamos un artículo sobre este tema. Puedes leerlo aquí.
A una persona promedio, es decir, que no sufre de hipertensión ni diabetes, no hace falta medirle ninguno de los tres signos si no presenta algún malestar. En general, se recomienda medir la presión arterial y los niveles de azúcar a quienes manifiestan dolores de cabeza o mareos intensos, pero por lo general esto se hace bajo indicaciones médicas.
Asimismo, a quienes buscan descartar problemas de hipertensión suele recomendárseles medir la presión al menos dos veces al día durante al menos cinco días y llevar el registro de los resultados al cardiólogo; pero siempre es mejor actuar bajo sus instrucciones en lugar de adelantarse.
En cambio, a las personas que tienen un diagnóstico de hipertensión, diabetes o enfermedades tan serias como EPOC, entre otros problemas respiratorios mayores, hay que medirles regularmente los signos de interés. Pero, en general, es el médico quien da las instrucciones sobre la frecuencia.
En casos como EPOC, 88–92% puede considerarse aceptable; pero, siempre debe privar el criterio del médico tratante.
Dos horas después del comienzo de una comida: Menos de 180 mg/dL
En todos los casos, es aconsejable contar con la orientación del médico de confianza, así que puedes contactarlo y comentarle tus resultados si te preocupan. Pero no siempre se trata de una emergencia. En general, cuanta mayor sea la diferencia entre el resultado y los valores de referencia, mayor será la urgencia de atención médica. Y además hay varios factores a considerar en cada caso:
Cada uno de estos tres signos se miden con un aparato y en condiciones muy específicas. Además de seguir las indicaciones del médico y del fabricante de cada equipo, es bueno seguir una serie de recomendaciones en las que profundizamos en nuestro artículo anterior.
No. Se desaconseja el uso de sal o azúcar, así como hervidos de hierbas como respuesta a fluctuaciones en la presión o la capacidad respiratoria, puesto que no todas las personas responden igual a estos estímulos y pueden más bien tener resultados desfavorables. Lo que hay que hacer es seguir las orientaciones del médico tratante. Lee aquí nuestro artículo sobre este tema.
Existen varias formas de saber cuándo un equipo médico es fiable. En Chile, por ejemplo, todo equipo médico debe tener un registro sanitario emitido por el ISP y cumplir con al menos tres normativas. Pero como no es sencillo ponerse a revisar todas esas normas y los documentos de cada equipo a considerar para elegir uno, lo aconsejable es buscar un proveedor que inspire confianza. En general, los de mayor trayectoria y mejor reputación cumplen con todas las normativas y distribuyen equipos ajustables a la norma.
Verificar la hipertensión arterial, los niveles de azúcar en sangre y los niveles de saturación de oxígeno es de especial importancia en emergencias de personas no diagnosticadas que presentan malestares intensos. La detección oportuna de la alteración de cualquiera de estos tres signos puede ser la diferencia entre un desenlace de alivio y recuperación oportuna y uno lamentable y doloroso. Contar con estos aliados en casa ayuda a preservar la salud y la vida.
Es importante no perder de vista que, en general, las mediciones caseras son una manera de hacer seguimiento o revisión de primer nivel. Pero en ningún caso sustituyen diagnósticos ni tratamientos médicos. Es indispensable consultar siempre con un médico de confianza, quien responderá todas tus dudas y te indicará el camino a seguir.
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