Los síndromes y enfermedades respiratorias son más comunes de lo que creemos, especialmente durante el invierno y otoño. Sin embargo, hay muchas cosas que aún debemos aprender sobre estas condiciones para poder prevenirlas. La insuficiencia respiratoria está en ese grupo. Pero, ¿de qué se trata?
La comunidad médica describe la insuficiencia respiratoria como una afección grave que dificulta a las personas respirar por sí mismas. Sabemos que la respiración es esencial para nuestra vida y que el oxígeno debe hacerse paso a través de los pulmones para hacer que nuestro cuerpo funcione. Por esa razón, la insuficiencia respiratoria puede ser tan preocupante.
Además, en algunos casos, la afección escala y se convierte en insuficiencia respiratoria aguda, aumentando el riesgo de daños a los tejidos u órganos y retrasando el suministro de oxígeno al organismo. Vamos a conocer un poco más al respecto.
Los expertos describen la insuficiencia respiratoria aguda como un síndrome que puede darse tanto en personas sanas como en quienes ya padecen alguna enfermedad pulmonar.
En este sentido, el síndrome de insuficiencia respiratoria aguda ocurre cuando los alvéolos, (pequeños sacos de aire en los pulmones), se llenan de líquido e impiden el paso normal del aire. Cuando esto sucede, no llega suficiente oxígeno al torrente sanguíneo, privando a los órganos del cuerpo humano lo que necesitan para funcionar.
Hay algunos signos que pueden ayudarnos a saber si nosotros o algún familiar podría estar sufriendo insuficiencia respiratoria aguda. Los síntomas pueden variar dependiendo de la causa, intensidad y gravedad. Sin embargo, los más comunes son:
Ya que limita los niveles de oxígeno en el torrente sanguíneo, los órganos como el corazón y el cerebro pueden verse afectados y sufrir alteraciones en su funcionamiento. En estos casos, pueden aparecer otros síntomas como frecuencia cardíaca rápida o irregularidades en el ritmo cardíaco, lo que comúnmente conocemos como arritmias.
La insuficiencia respiratoria aguda no aparece por sí sola. Cualquier condición o enfermedad que causa daño pulmonar puede provocar este síndrome.
El 50% de los pacientes diagnosticados con infecciones graves como sepsis o neumonía pueden desarrollar dificultad respiratoria grave.
Otras causas incluyen:
Los síntomas de la insuficiencia respiratoria aguda suelen aparecer entre 24 y 48 horas después que se produce la lesión original o se agudiza una enfermedad pulmonar preexistente.
El síndrome de insuficiencia respiratoria debe ser diagnosticado únicamente por el personal médico o de salud.
Los doctores usualmente emplean métodos como medición de las concentraciones de oxígeno y radiografías de tórax para determinar si hay líquido en los espacios que deberían estar llenos de aire o si no está llegando el suficiente oxígeno a la sangre.
En algunos casos, el equipo médico solicita pruebas complementarias para descartar la causa del problema.
La insuficiencia respiratoria aguda es una urgencia médica. Por lo tanto, debemos buscar ayuda inmediata de un especialista si un ser querido muestra síntomas.
Generalmente, los pacientes son llevados a unidades de cuidados intensivos para recibir tratamiento y atención especializada. En este punto, los doctores pueden escoger entre las siguientes opciones:
Las primeras medidas a tomar incluyen administrar oxigenoterapia a través de fuentes de oxígeno como tanques, cilindros o concentradores. El oxígeno es suministrado usando mascarillas, una cánula nasal o una naricera, esperando alcanzar valores aceptables de oxígeno en sangre.
En algunos casos, es necesario recurrir a la ventilación no invasiva o VNI, que consiste en emplear un soporte ventilatorio para ayudar al paciente a respirar sin tener que crear una vía aérea artificial con métodos como la traqueotomía o intubación traqueal, ya que pueden ser traer otros problemas.
Para tratar los pacientes más graves, el personal médico también puede recurrir a la ventilación mecánica; una técnica de soporte vital pero invasiva que requiere una vía aérea artificial para funcionar y ayudar a los pacientes a respirar.
Los profesionales en salud siempre buscarán la causa de la insuficiencia respiratoria aguda para abordarla desde su origen y de este modo poder brindar un tratamiento completo y adecuado al paciente.
La insuficiencia respiratoria aguda es una urgencia médica que requiere atención inmediata. Por lo tanto, debemos acudir al hospital más cercano o llamar a los servicios de emergencia si algún familiar o persona cercana presenta síntomas relacionados.
Sin embargo, después de la atención médica, muchos pacientes necesitan continuar sus tratamientos en casa e incluso someterse a rehabilitación pulmonar. En esos casos, es prudente contar con las herramientas necesarias, como los concentradores de oxígeno, para ayudar a nuestros seres amados a respirar mejor y tener una pronta recuperación.
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