El ejercicio aporta múltiples beneficios a nivel físico tanto en la juventud como en la tercera edad. Puede ayudarnos a mantenernos en forma, perder algunos kilos de más, fortalecer nuestra musculatura, reducir el riesgo de enfermedades del corazón, mejorar la resistencia, mantener la densidad ósea y mucho más.
Sin embargo, lo que la actividad física hace por nosotros va mucho más allá. Además de tener un impacto positivo en el cuerpo, hacer ejercicio con regularidad también tiene un efecto positivo en la salud mental.
El ejercicio puede mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés, controlar los síntomas de la depresión o la ansiedad, reducir los riesgos de sufrir problemas cognitivos y más.
Muchos de estos beneficios se deben al hecho de que la actividad física afecta positivamente el cerebro, aumenta la circulación sanguínea y mejora el balance natural de las hormonas.
Además, el ejercicio se ha asociado con la expresión o producción del factor neurotrófico derivado del cerebro (Brain Derived Neurotrophic Factor o BDNF en inglés). Esta proteína puede mejorar el funcionamiento cognitivo, influir positivamente en la memoria y el aprendizaje y aliviar la depresión y ansiedad.
Ejercitarse constantemente también tiene un efecto positivo en el autoestima, ya que nos ayuda a conocer las capacidades de nuestro cuerpo y sentirnos orgullosos cuando logramos metas propuestas.
Si nos estamos adentrando a la vejez o cuidamos de un adulto mayor, una de las preguntas que probablemente tenemos en mente es cuál es el mejor ejercicio para aprovechar todos esos beneficios.
Muchas personas asocian el ejercitarse con salir a correr o ir al gimnasio. Sin embargo, estas opciones no son siempre adecuadas para adultos mayores, especialmente para quienes experimentan movilidad reducida.
Afortunadamente, hay diferentes opciones, incluyendo ejercicios suaves para adultos mayores con poca movilidad y algunas alternativas para quienes viven una vida más activa pero quieren mejorar la flexibilidad.
En este sentido, hay cuatro tipos de ejercicios que pueden ayudarnos a mantenernos en forma física y mentalmente. Estos son los ejercicios cardiovasculares, de equilibrio, de flexibilidad y el entrenamiento de fuerza.
Muchas actividades pueden ser excelentes formas de ejercicio cardiovascular, incluyendo las siguientes:
También podemos encontrar algunas rutinas para ejercicio cardiovascular en casa. Estas son muy prácticas para quienes tienen dificultades de traslado.
Además de beneficiar nuestro cuerpo, estos ejercicios también pueden ayudarnos a mejorar nuestro estado de ánimo y sentirnos mejor con nosotros mismos. En el caso del senderismo o las caminatas, si practicamos estas actividades al aire libre, también podríamos aprovechar todas las ventajas que el contacto con la naturaleza brinda a la salud mental.
Ejercitarnos para mejorar el equilibrio, la coordinación y la estabilidad también es posible para las personas mayores. Estas son las alternativas más recomendadas:
Durante el envejecimiento, poder mantener el equilibrio y la estabilidad es clave para la salud mental, ya que nos ayuda a ser más independientes y autónomos.
Los ejercicios que mejoran la flexibilidad también son importantes durante la tercera edad, Algunas alternativas que también pueden beneficiar enormemente la salud mental incluyen la gimnasia y el yoga.
Si no hay programas de yoga o gimnasia para adultos mayores cerca de nosotros, también podríamos hacer algunos ejercicios de flexibilidad en casa, incluyendo los siguientes:
Aumentar nuestra flexibilidad puede ayudarnos a ganar autoestima y mejorar la percepción de nuestra propia imagen, beneficiando la salud mental enormemente.
También hay algunos ejercicios de fuerza que pueden ser muy beneficiosos para los adultos mayores, favoreciendo tanto la salud mental como el bienestar físico. Estas son algunas ideas:
Además de ejercicios de rutina, también podemos practicar algún deporte o unirnos a una actividad específica para mejorar nuestra salud mental. Estos son los más recomendados:
La actividad física en todas sus formas puede tener grandes beneficios para la salud mental. Por esa razón, es importante considerar algunos ejercicios en nuestras rutinas a medida que envejecemos. Incluso si tenemos movilidad reducida, hay muchas opciones para nosotros, incluyendo todas las que mencionamos aquí.
Para más información, descarga la Guía completa de actividad física y salud mental en la vejez.
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