La salud mental en la tercera edad puede verse afectada por múltiples factores de riesgo, incluyendo la soledad, las potenciales enfermedades que pueden aparecer con el paso de los años, la pérdida de seres queridos, entre otros.
Sin embargo, eso no significa que no podemos disfrutar de un envejecimiento saludable.
De hecho, hay algunos consejos que podemos seguir para mejorar la salud mental a medida que envejecemos.
Cuando pensamos en la salud mental, pensamos en la prevención de algunos trastornos como la depresión, la ansiedad o el cuidado de nuestra condición física ¡Todos son importantes para alcanzar el bienestar general!
Sin embargo, hay otros aspectos que pueden tener un impacto en la salud mental en la tercera edad y ayudarnos a disfrutar un envejecimiento positivo.
Algunas de las más importantes están relacionadas con nuestro entorno, el lugar y las condiciones en las que vivimos, lo que hacemos por otros, la forma en la que nos conectamos con nuestra comunidad y más.
Por esa razón, es importante tener en cuenta lo que podemos hacer para envejecer bien y disfrutar de este período tan hermoso.
Estas son algunas de las diferentes cosas a tener en cuenta para mejorar la salud mental a medida que envejecemos:
Tener una actitud positiva todo el tiempo puede ser difícil para muchos. Todos podemos sentir tristeza o enojo muchas veces.
Sin embargo, encontrar el equilibrio entre las emociones positivas y negativas puede marcar la diferencia y ayudarnos a sentirnos mejor mental y emocionalmente a medida que nos acercamos a la vejez.
En este sentido, podemos intentar mantener las emociones positivas cuando sabemos que están ahí y tomarnos un descanso cuando consideramos que algo está generando sensaciones negativas.
Otra de las cosas que podemos hacer para cuidar de nuestra salud mental a medida que envejecemos es dar gracias por las cosas buenas que tenemos o suceden en nuestras vidas.
Ser agradecido puede ayudarnos a ver la vida de una manera diferente y más positiva, ayudándonos a reconocer que también vivimos momentos felices y hermosos.
Podemos practicar la gratitud de muchas maneras, incluyendo hacer una lista mental de las cosas por las que nos sentimos agradecidos.
Otra buena manera es escribir todo aquello por lo que queremos dar gracias, incluyendo el apoyo de nuestros familiares, una buena comida, o esas pequeñas cosas que alegran nuestros corazones.
Desarrollar un significado o propósito en la vida también es clave para el envejecimiento positivo.
Esto puede ser a través del voluntariado, por ejemplo, ya que ayudar a los demás nos ayuda a saber que estamos vivos por una razón y puede dar sentido a nuestros días.
Nuestro propósito también puede estar vinculado con nuestro trabajo, aprender nuevas habilidades, enseñar a otros, o simplemente explorar nuestra espiritualidad.
Algunas prácticas de relajación pueden tener un impacto positivo en la salud mental. Además de ayudar a controlar el estrés, estas técnicas pueden disminuir la presión arterial y reducir la tensión muscular.
Las más comunes (y las que podemos implementar en casa) son los ejercicios de respiración profunda y las imágenes guiadas, que consisten en enfocarnos en imágenes positivas para sentirnos más relajados.
La meditación es otra práctica que puede beneficiar grandemente el cuerpo y la mente, ya que consiste en enfocarnos en nuestra conciencia, la meditación puede ayudarnos a sentirnos más relajados y conectar mejor con nosotros mismos.
Hay diversos tipos de meditación, incluyendo la trascendental y la de atención plena. Sin embargo, todas generalmente consisten en lo siguiente:
A medida que envejecemos, también es indispensable contar con un espacio cómodo y adecuado donde vivir. Las escaleras, las cocinas y los baños pueden representar riesgos para las personas de la tercera edad. Por esa razón, para garantizar la seguridad en el hogar, debemos adaptar nuestros espacios o los de los adultos mayores en nuestra familia.
Si sufrimos una fractura de cadera, por ejemplo, podemos tomar algunas medidas para adaptar la casa y el baño para evitar caídas u otros accidentes que puedan tener repercusiones más graves. También hay algunas técnicas que nos permiten facilitar la entrada a la tina de un adulto mayor.
Estos pequeños cambios pueden ayudarnos a sentirnos más independientes y autónomos a medida que envejecemos o perdemos movilidad por alguna condición.
Además, poder llevar a cabo nuestras tareas diarias es clave para mantenernos sanos mentalmente y disfrutar de nuestra vejez.
Adicionalmente, podemos tener en cuenta estas recomendaciones para hacer que que nuestro bienestar sea óptimo a medida que envejecemos:
Alcanzar el bienestar en la vejez implica seguir algunas recomendaciones desde ahora y continuar cuidando aspectos como nuestras conexiones con otros y nosotros mismos, los espacios donde vivimos y nuestro círculo de apoyo a medida que pasan los años y cuando ya estamos en la edad dorada.
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