¿Por qué tengo problemas para respirar y qué debo hacer?

Oxigenación y vías respiratorias
Angie

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La dificultad respiratoria, también conocida como disnea, puede tener diferentes causas, desde obstrucción en los conductos de la nariz o la boca hasta alguna enfermedad a nivel pulmonar o cardíaco. 

Ya sea que se presente en un momento específico o sea parte de nuestro día a día, la disnea puede afectarnos y llenarnos de ansiedad, ya que puede suponer un riesgo para nuestra salud. 

Algunas condiciones como el asma y la insuficiencia cardíaca, pueden causar disnea. En los casos de las enfermedades relacionadas con el corazón, si este órgano vital no es capaz de bombear la suficiente sangre al resto del cuerpo y no tenemos el nivel de oxígeno que necesitamos, también puede aparecer la disnea. 

¿Qué podemos hacer en estos casos? ¿Cómo deberíamos reaccionar ante la dificultad para respirar? Antes de responder esas preguntas, repasemos más información sobre la disnea.

¿Qué es la disnea?

También conocida como dificultad para respirar, la disnea es la sensación de que no tenemos o no puede ingresar suficiente aire a nuestros pulmones. 

Generalmente, la disnea aparece con respiración difícil o incómoda y una sensación de no estar recibiendo suficiente aire cuando respiramos. 

Quienes experimentan disnea también pueden sentir que jadean, que su pecho está apretado o sienten una presión en la zona, y que se esfuerzan para respirar. 

Si bien no hay una definición exacta que describa la disnea como un síntoma de otras enfermedades, puede ser un signo de diferentes problemas cardíacos y pulmonares. 

La dificultad para respirar también se puede dividir en varias categorías o tipos, incluyendo los siguientes: 


  • Disnea paroxística nocturna (DPN): Es una sensación de falta de aire o no poder respirar que aparece una o dos horas después de dormirse. 
  • Disnea suspirante o por suspiros: Ocurre cuando sentimos que no podemos respirar como usualmente lo hacemos y suspiramos mucho después de inspirar profundamente para intentar aliviar la sensación. 
  • Disnea aguda: Es la dificultad para respirar que aparece rápidamente pero no dura mucho. Es usualmente causada por ansiedad, ejercicio, y emociones repentinas o enfermedades como la gripe y el resfriado común. 
  • Disnea crónica: Es la dificultad para respirar prolongada por varias semanas o más. Usualmente, aparece varias veces, ya que es causada por condiciones de salud continuas como insuficiencia cardíaca o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). 

Causas comunes de la disnea 

Si bien la disnea puede tener diferentes causas, estas son las más comunes:

  • Emoción, alegría, o ansiedad repentina
  • Anemia o bajos niveles en los glóbulos rojos
  • Índice de masa corporal (IMC) alto y tener sobrepeso u obesidad 
  • Problemas cardíacos o respiratorios
  • Infección respiratoria o pulmonar 
  • Tabaquismo 
  • Temperaturas extremas
  • Algunos medicamentos

Además, estas son algunas de las enfermedades que usualmente se vinculan a la disnea:

  • Asma
  • Alergias
  • Bronquitis
  • Neumonía
  • Inflamación pulmonar
  • Insuficiencia cardíaca
  • Enfermedad obstructiva crónica de las vías respiratorias o EPOC 
  • Insuficiencia respiratoria crónica
  • Cáncer de pulmón
  • Edema agudo de pulmón
  • Tromboembolismo pulmonar 
  • Tuberculosis
  • Apnea del sueño
  • Inflamación alrededor del corazón

¿Cómo identificar la disnea? 

Como mencionamos, las personas pueden experimentar dificultad para respirar de distintas formas. Sin embargo, usualmente involucra respiración difícil, dolorosa, o incómoda. Otros signos pueden incluir: 

  • Opresión en el pecho
  • Taquicardia o palpitaciones
  • Taquipnea o respiración rápida
  • Sentir que debes obligarte a respirar 
  • Incomodidad al respirar profundamente 
  • Esfuerzo o trabajo duro para lograr que los pulmones se llenen de aire
  • Sibilancias o respiración ruidosa (estridor)

Sentir que nuestros pulmones no son capaces de recibir el suficiente aire también puede ser un signo de disnea. 

Sin embargo, siempre tenemos que buscar ayuda de un especialista para determinar la causa de la dificultad para respirar que experimentamos. 

¿Cómo se diagnostica la disnea? 

Lo primero que los médicos hacen para diagnosticar la disnea es revisar la historia clínica de los pacientes y realizar un examen físico, evaluando cuidadosamente los pulmones, las vías respiratorias, y el corazón. 

Además, el personal médico puede recomendar algunos exámenes para dar un debido diagnóstico, incluyendo los siguientes: 

  • Tomografía de tórax
  • Pruebas de sangre, incluyendo gasometría arterial 
  • ECG y ecocardiografía
  • Medición de la saturación de oxígeno en la sangre u oximetría de pulso
  • Pruebas de la función pulmonar 
  • Prueba de esfuerzo

¿Cómo tratar la disnea? 

Si sufres disnea, tu médico de cabecera te recetará el tratamiento adecuado. Usualmente depende de la causa que provoque la dificultad para respirar.

Entre las opciones comunes de tratamiento, está el oxígeno en casa u oxigenoterapia. 

 

Si tú o uno de tus familiares sufre disnea o experimenta uno de los síntomas mencionados arriba, no dudes en buscar ayuda de un profesional médico, especialmente si has sido diagnosticado con alguna enfermedad que pueda afectar tus pulmones o corazón. 

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