En invierno aumentan las enfermedades respiratorias agudas, por esto es importante que los adultos mayores sigan una serie de recomendaciones para prevenir el avance de una enfermedad de este tipo.
Según el estudio “Las enfermedades respiratorias del adulto mayor en Chile”, elaborado por Ricardo Sepúlveda, las personas al envejecer presentan un aumento de la rigidez de la caja torácica lo que provoca una pérdida de la fuerza pulmonar y disminución de la fuerza de los músculos respiratorios.
En otras palabras, la función pulmonar de los adultos mayores disminuye ligeramente con los años. En general esto no representa un problema en personas sanas que pueden respirar sin esfuerzo, pero si es un riesgo cuando la persona tiene dificultad para respirar (disnea), pérdida de masa muscular, sedentarismo, alteraciones cardiovasculares, anemia, entre otros.
Para prevenir las enfermedades respiratorias, listamos a continuación las acciones que puedes tomar en cuenta para cuidar tu salud:
1. Aprende a identificar los síntomas generales de una enfermedad respiratoria
Existen muchos síntomas según la enfermedad respiratoria que pueda tener una persona, sin embargo hay síntomas generales de una enfermedad respiratoria que deben generar alarma, estos son:
- Fiebre y escalofríos
- Tos con o sin flema
- Dificultad para respirar (Disnea)
- Coloración azul en la piel (Cianosis)
- Congestión nasal
- Fatiga o malestar general
- Aumento en la presión arterial
- Ataques o convulsiones
2. Toma medidas para prevenir la insuficiencia respiratoria
El humo del ambiente como el smog, el cigarrillo, el polvo y los cambios bruscos de clima son factores que producen daños en el aparato respiratorio y pueden contribuir al envejecimiento de nuestras células.
Al igual que alimentarnos bien nos ayuda a mantener un cuerpo sano, tener hábitos para mantener nuestras vías respiratorias saludables son medidas que se deben tomar para mantener un buen funcionamiento del aparato respiratorio.
Toma las siguientes medidas para cuidar tu aparato respiratorio:
- No fumar y si fumas intenta bajar al mínimo la dosis diaria (ojala si puedes deja el cigarro).
- Declara tu vehículo y tu casa libre de humo de tabaco o de cualquier tipo de humo.
- Mantente hidratado.
- Aliméntate de forma saludable y balanceada, incluye frutas y verduras.
- Colócate de forma anual la vacuna contra la influenza y la vacuna antineumocócica.
- Evita el contacto cercano con personas enfermas con gripe o resfriado.
- Lava tus manos después del contacto con personas infectadas.
- Fomenta la higiene respiratoria en tu familia: es decir, cubrir la boca y la nariz al toser o estornudar. Además de hacerlo con el brazo y no con tu mano.
- Mantén una ventilación adecuada de las habitaciones del hogar.
- Si tienes visitas, enséñales el uso apropiado del equipo de protección personal y la higiene de las manos.
- Si tienes asma o alergias, elimina todos los desencadenantes caseros como ácaros del polvo o el moho.
- Si el médico te receta, puedes nebulizarse en casa para tratar de forma temprana una enfermedad pulmonar.
3. Aprende a aplicar primeros auxilios
La dificultad para respirar en adultos mayores casi siempre se convierte en una emergencia, por eso es importante saber qué primeros auxilios se pueden aplicar a la persona mientras llega el personal especializado o se traslada el paciente a un centro médico.
Si alguien está teniendo dificultad respiratoria, llama inmediatamente a una ambulancia (131 en la Región Metropolitana de Chile), al número local de emergencias y luego aplica los primeros auxilios:
- Para aplicar primeros auxilios, lo primero que debes hacer es examinar las vías respiratorias y el pulso de la persona. Si la persona no respira, comienza a aplicar la reanimación cardiopulmonar (RCP), para hacerlo sigue los paso:
- Coloca la base de una mano en el esternón, justo entre los pezones de la persona.
- Coloca la base de la otra mano sobre la primera mano.
- Coloca tus brazos estirados y tus hombros alineados con las muñecas de tus manos, en línea recta sobre el pecho del paciente.
- Aplica 30 compresiones y dos ventilaciones (respiración boca a boca). Las compresiones en el pecho del paciente deben ser rápidas y fuertes.
- Afloja cualquier prenda de vestir ajustada que tenga la persona.
- Ayuda a la persona a administrar cualquier medicamento recetado (tales como un inhalador para el asma u oxígeno en el hogar).
- Continúa vigilando la respiración y el pulso de la persona hasta que llegue la asistencia médica.
- Si hay heridas abiertas en el cuello o pecho, cierre las inmediatamente aplicando un vendaje.
Además, ten en cuenta las acciones que NO se debes hacer:
- No le brindes a la persona comida, ni bebida.
- No muevas a la persona si ha sufrido una lesión en la cabeza, el cuello, el pecho o en las vías respiratorias. Solo protege y estabiliza el cuello de la persona si es necesario moverla de lugar.
- No coloques una almohada debajo de la cabeza de la persona, ya que esto puede cerrar las vías respiratorias.
- No esperes para buscar ayuda médica o llamar a los números de emergencia. Mientras más rápido la atiendan: mejor.
Consulta al médico cuando
Los adultos mayores que tienen síntomas persistentes como tos, silbidos en el pecho o dificultad para respirar, deben consultar al médico lo antes posible; un tratamiento temprano puede evitar que la enfermedad respiratoria progrese.
Puedes revisar nuestra Guía práctica para prevenir y tratar problemas respiratorios.
