Mantener la higiene personal es un requisito para todas las personas y para toda la vida.
En nuestras personas mayores, que presentan o comienzan a presentar problemas de movilidad, no debe ser la excepción.
Según el artículo “Higiene y cuidados del adulto mayor” de DiscapNet, para la persona mayor con movilidad reducida o discapacidad, llevar una higiene adecuada es importante y necesario para prevenir complicaciones como:
No es posible hablar sobre la higiene del adulto mayor sin hablar de su autoestima o cómo se siente en sociedad, tampoco es posible visualizarla sin mencionar las medidas que hay que tomar para que esto ocurra en un baño seguro, y de esta forma, prevenir caídas del adulto mayor.
A lo largo del presente artículo abordaremos dichos temas, comenzando por la higiene de uno de nuestros más importantes órganos.
Pensando en las complicaciones físicas, en un artículo de Senior Suite nos especifican la importancia de cuidar la piel en el proceso de limpieza, ya que a partir de los 60 años ésta registra un adelgazamiento de un 15%.
En consecuencia, las personas mayores presentan una piel más fina, seca y delicada. Por otra parte, exponen que la piel es uno de los órganos más sensibles y propensos a sufrir daños por exposición y representa una barrera protectora para nuestro cuerpo; otorgando resistencia, termorregulación e impermeabilidad, siendo además el receptáculo de impulsos nerviosos.
Teniendo lo anterior en cuenta, es necesario destacar la importancia de una higiene de la piel adecuada para nuestros mayores.
Convocados por el mismo tema, en DiscapNet entregan algunos consejos importantes de tomar en cuenta a la hora de llevar a cabo una correcta higiene y cuidado de la piel:
También es importante, tener en cuenta qué aspectos considerar para lograr una higiene adecuada. Para esto, en el artículo de Canitas sobre la higiene del adulto mayor, se contemplan 2 categorías: la persona mayor independiente y la dependiente.
Para abordar el tema, comenzaremos por las recomendaciones para la higiene del adulto mayor en general, que son aconsejadas tanto para aquellos que son autónomos como para los que son dependientes, y luego, iremos escalando a una cada vez menor independencia.
Estas recomendaciones, considerarán desde aspectos prácticos de periodicidad y consejos específicos, hasta modificaciones necesarias para que el aseo personal pueda ser llevado a cabo con la mayor autonomía, facilidad y seguridad.
La ayuda que necesite nuestra persona mayor discapacitada o con movilidad reducida será diferente según su edad y discapacidad. Sin embargo, en términos generales, es importante proporcionar ayudas extra a nuestros mayores con menor movilidad.
Cuidar la higiene de los adultos mayores es fundamental, ya que no solo implica que circulen limpios y con buen aspecto por la vida, sino que también ayuda a que ellos se sientan mejor con su entorno y consigo mismos.
Como conclusión, es importante mantener una higiene adecuada diaria, de ser posible, realizada por ellos mismos. En este caso, contar con un diseño de baño seguro debe ser la prioridad, porque será la única forma de evitar accidentes en el baño y con ello, que pierdan su autonomía.
En el caso de que el adulto mayor tenga movilidad reducida o dependencia parcial o completa, la higiene debe ser realizada con igual periodicidad y de manera asistida.
En este caso, es importante procurar cuidados y precauciones extras. Por ejemplo, pensar en una adaptación de baño para personas con poca movilidad que facilite tanto la tarea del cuidador como la posibilidad de movimiento de nuestro ser querido.
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