Con el colchón correcto evitas problemas de salud y facilitas las tareas del cuidador. Es una pieza clave también para que el adulto mayor logre un buen descanso en la cama clínica que ocupa.
¿En qué fijarse al adquirir uno? ¿Cuáles características son infaltables? Te explicamos todo lo que necesitas saber para hacer una buena compra.
Contar con los artículos adecuados para el cuidar a una persona de tercera edad en la casa hace una gran diferencia.
Cuando se trata del colchón, la elección es crucial. Este elemento evita problemas como el surgimiento de escaras y ayuda a la persona a cargo a no hacer tanto esfuerzo cuando mueve al adulto mayor.
A continuación te explicamos las cualidades básicas que debe cumplir este importante bien de primera necesidad:
Según el blog de Clínica Las Condes, la incontinencia urinaria es un problema muy común en los adultos mayores.
Este problema influye en su calidad de vida, sobre todo si son personas que tienen poca movilidad. El sitio Medline Plus agrega que quienes sufren esta afección tienen riesgo de sufrir problemas de la piel, ya que la humedad constante conlleva enrojecimiento de la zona, irritación, candidiasis, incluso úlceras.
Por lo tanto, mantener al adulto mayor seco y confortable es fundamental para su comodidad y buen estado de salud.
Un colchón con superficie lavable o removible es muy útil para estos efectos. De esta manera, el cuidador puede limpiarlo fácilmente y evitar que la persona esté húmeda.
La dureza del colchón y de qué está hecho es muy importante. Para un adulto mayor que necesita una cama clínica recomendamos aquellos que tienen densidad 21 o los llamados "memoria inteligente".
Es posible que al inicio te preguntes si conviene la dureza o poca suavidad de este tipo de colchones. Sin embargo, esto tiene una razón: la idea es que la superficie no se adapte totalmente a la forma del cuerpo para que existan menos puntos de contacto.
Asimismo, mientras más densidad, más posibilidades hay de que el material vuelva a su forma original. Así ocurre con los colchones con memoria (viscoelásticos). Como explica el blog español Casa Actual, estos se adaptan al cuerpo y distribuyen su peso uniformemente.
Por otro lado, considera el peso del usuario. La mayoría de los colchones suele ser de 8 centímetros, que es suficiente para una persona de peso promedio. Este grosor calza perfecto con la cama clínica estándar.
Pero si el colchón es más alto, se inutilizan las barandas ya que quedan muy bajas. Por eso, solo recomendamos un colchón más alto en caso de que el adulto mayor sea obeso.
Entre los errores que debes evitar al cuidar a un adulto mayor en casa está la poca movilidad porque provoca escaras.
Cuando la superficie del cuerpo toca más espacio, es muy probable que estos coágulos o úlceras, que se forman en la piel producto del apoyo permanente en una zona del cuerpo, se hagan más grandes.
Por ende, los colchones antiescaras son cruciales para evitar la formación de estas llagas.
Asimismo, hay varios tipos de colchón antiescaras. Todo depende de la etapa de la herida, pero siempre es recomendable utilizar un colchón básico con burbujas en los adultos mayores con baja movilidad, ya que por lo general tiene una bomba eléctrica que rota el aire a lo largo del colchón y reduce la presión del cuerpo sobre la superficie.
Antes de elegir el colchón adecuado para tu ser querido, debes considerar al menos tres factores que te ayudarán a tomar una buena decisión: el tipo de superficie, la densidad, y si es antiescaras.
Por último, recuerda que el servicio de posventa también es fundamental. Ya que la cama es un bien de primera necesidad y si tienes algún inconveniente con ella, debes poder reemplazarla rápidamente.
Conoce más con la guía: pasos básicos para cuidar a tu adulto mayor en casa
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