En ocasiones, los adultos mayores o algunas personas con movilidad reducida pueden necesitar de mayor seguridad a la hora de estar acostados en su cama, por esta razón, surge la necesidad de pensar en barras o barandas de seguridad para contener a la persona que se encuentra recostada en la cama, y de esta forma, generar tranquilidad en sus familiares y cuidadores, ya que estarán seguros de que el paciente tendrá un descanso libre de contratiempos.
La función de estas barras de seguridad, es que disminuyen el riesgo de que el paciente resbale, ruede o se caiga de la cama de forma accidental, además de hacer las veces de apoyo cuando la persona con movilidad reducida desea incorporarse en la cama.
También son de mucha utilidad, cuando el paciente o adulto mayor siente miedo de caer de la cama durante la noche, ya que con estas medidas de contención, puede descansar tranquilo y libre de ansiedad.
En el artículo sobre “cuándo instalar barandillas para cama” de Ortoweb, mencionan la existencia de 4 tipos de barandas de seguridad:
Esta decisión va a depender principalmente de las necesidades del adulto mayor o persona con movilidad reducida y sus cuidadores.
Si necesitas un alto nivel de seguridad, pero a la vez, tener la posibilidad de bajar las barras de contención según las necesidades del momento; como que el paciente baje de la cama o bañarlo; las barandas abatibles y telescópicas son una buena opción.
En caso de que el paciente sea un adulto mayor con demencia senil, es recomendable con una cama clínica que tenga barandas abatibles o telescópicas con seguridad de bloqueo, de forma que solo una persona externa pueda bajarlas.
Por otra parte, si lo que requieres es seguridad total, las barandas fijas proporcionarán una contención permanente e inamovible, o que al menos no podrás sacar de manera sencilla.
Finalmente, si buscas únicamente un apoyo en la movilidad del paciente en cama, lo recomendable sería contar con barandas tipo asidera, para que le sirvan de soporte.
Lo más importante al momento de evaluar la posibilidad de que el adulto mayor necesite de barras de seguridad y contención, es procurar que éstas queden perfectamente ancladas a la cama, de esta manera, son capaces de soportar el peso del paciente sin correr el riesgo de que se desplomen junto a él.
En vista de lo anterior, es importante aclarar que lo más recomendable es contar con una cama clínica con barandas de seguridad integradas, de esta forma, no existe ningún riesgo de que éstas queden mal instaladas y colapsen frente a cualquier fuerza ejercida sobre ellas. Además, contar con una cama clínica tiene algunas ventajas añadidas con las cuales el paciente puede verse beneficiado; porta sueros, porta sonda urinaria, colchón clínico especializado, son solo algunas de ellas.
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