Cuando se trata de hábitos positivos y saludables para los adultos mayores, la jardinería es una de las mejores opciones.
Esta actividad ofrece muchos beneficios físicos, ya que nos ayuda a mantenernos activos. Además, trae la alegría de ver crecer una planta o flor justo frente a nuestros ojos y nos acerca a la naturaleza, aportando muchas ventajas a nivel mental y emocional.
¿Por qué deberíamos agregar la jardinería a nuestra rutina? Profundicemos en cómo algo tan común como estar en nuestro jardín puede realmente ayudar a los adultos mayores.
La jardinería es considerada un analgésico natural para el estrés. Dedicar parte de nuestro día a día a cuidar de nuestras plantas nos ayudará a sentirnos conectados con la tierra, creando una sensación de calma y tranquilidad.
Un estudio publicado por Cambridge University Press encontró que los adultos mayores que practican la jardinería regularmente disfrutaban de mejores patrones de sueño, mejor autoestima y menos estrés. En consecuencia, esta actividad se ha relacionado con la mejora del bienestar general.
De acuerdo a la American Psychological Association, pasar tiempo en la naturaleza puede actuar como un bálsamo para nuestros cerebros. La jardinería, una de las mejores formas de cumplir con este objetivo, ofrece muchos beneficios en este sentido, ya que las áreas verdes promueven el desarrollo cognitivo.
Además, pasar tiempo en espacios verdes puede mejorar la atención, retención de información y resolución de problemas.
La vitamina D es sumamente importante a lo largo de nuestras vidas pero cobra especial importancia a medida que envejecemos, ya que juega un papel fundamental en la absorción del calcio y apoya nuestro sistema inmunológico.
Afortunadamente, podemos satisfacer una significativa parte de nuestras necesidades de vitamina D a través de la exposición al Sol. Por lo tanto, la jardinería no solo ayudará a que nuestras plantas crezcan sino que es una buena forma de mantenernos saludables.
Encontrar alegría y plenitud en las actividades que realizamos en nuestro día a día también es clave para desarrollar una rutina saludable.
Muchas personas mayores aman la jardinería y consideran que esta actividad es un hermoso pasatiempo, convirtiéndose en una fuente de felicidad, autoestima y estimulación mental.
Ver como nuestras frutas, flores o verduras prosperan genera mucha satisfacción. Además, nutrir nuestras plantas crea una sensación de propósito. Como resultado, la jardinería se convierte en una actividad gratificante que mejora nuestra salud mental y nuestro estado de ánimo, ayudándonos a sentirnos mejor con nosotros mismos y con lo que nos rodea.
La jardinería también presenta una oportunidad única para hacer ejercicio. Por esa razón, es considerada una de las mejores actividades para los adultos mayores.
Cavar la tierra, levantar plantas en macetas, rastrillar hojas y caminar de una planta a otra son excelentes formas de ejercicio ligero. Estas actividades pueden mejorar nuestra salud cardíaca, resistencia y fuerza física.
Además, si practicamos la jardinería como un hábito positivo, también podremos disfrutar de otros beneficios físicos, como una disminución en las enfermedades cardiovasculares y una mejora en nuestro sistema inmunitario.
Sin embargo, la jardinería no debe ser una práctica extenuante. Es importante usar herramientas livianas y adecuadas para adultos mayores, crear espacios seguros y mantenernos hidratados para disfrutar de las ventajas de esta actividad.
Además de ser una excelente actividad por sí sola, la jardinería también tiene efectos positivos en otros hábitos importantes, incluyendo el descanso.
La exposición al Sol puede regular los ritmos circadianos del cuerpo, conocidos como nuestro reloj interno. Por lo tanto, esta actividad puede influir positivamente en nuestros patrones de sueño.
Además, estar en la naturaleza genera una sensación de serenidad o conciencia sensorial, aliviando los síntomas de ansiedad. Ya que también es una actividad física que involucra ejercicios ligeros, la jardinería también aumenta la producción de serotonina, la hormona que se encarga de estabilizar nuestro estado de ánimo.
La jardinería también es una excelente oportunidad para conectar con nuevos amigos y construir relaciones significativas.
Ya sea que participemos en jardines comunitarios o solo interactuemos con personas que aman la jardinería tanto como nosotros, esta actividad puede acercarnos a otros, fomenta conversaciones activas con sabiduría compartida y crea una sensación de logro conjunto.
Practicar la jardinería y estar en contacto con la naturaleza como parte de nuestros hábitos pueden beneficiar considerablemente la salud física y mental de un adulto mayor.
Además, esta actividad es fácil de implementar en nuestro día a día si tenemos un jardín accesible y seguro en casa. De hecho, es una de las más sencillas pero beneficiosas prácticas para mejorar la calidad de vida de las personas en la tercera edad.
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