Cuidar a un adulto mayor en el hogar es un desafío que significa cambios en la calidad y estilo de vida de esta persona y para quienes están a cargo de su bienestar. En el siguiente blog entregamos tres consejos que hacen más fácil este proceso.
Según los resultados del Censo 2017, más del 16% de los chilenos pertenece a la tercera edad, lo que evidencia un claro envejecimiento de la población y la necesidad de cubrir sus requerimientos.
Una de ellas es que reciban atención y cuidados cuando se vean limitados de alguna manera para valerse totalmente por sí mismos. Una solución para esto es que cuenten con un servicio de cuidado puertas adentro, que impone una serie de situaciones y obligaciones que tal vez nunca te habías planteado.
Por lo general, el círculo de personas que se hace cargo suele responder a esta situación sobre la marcha. Es decir, no hace gran planificación para tomar cartas en el asunto, lo que genera desde problemas económicos hasta personales.
Lo importante es que este proceso sea lo más amigable y cómodo posible tanto para tu ser querido como para sus cuidadores y otras personas a cargo.
Para lograrlo, existen algunas aristas en las que debes poner atención. Por ejemplo, el entorno en el que estará la persona, las características de su cuidador, etc. A continuación, te damos 3 consejos que pueden ayudar a quien asuma estos roles.
El cuidado de una persona de la tercera edad puede ser extenuante. Más aún si este sufre una enfermedad mental. Esto último es una realidad cada vez más común. Como explica el Comando de Salud del Ejército, 7,1% de las personas de más de 60 año tiene un deterioro cognitivo.
El trabajo es más complejo si el responsable de su cuidado no cuenta con los conocimientos ni la formación profesional necesaria.
En paralelo, un adulto mayor con problemas de salud mental presenta desafíos especiales para sus cuidadores. Es común que estos últimos sufran una gran carga de tensión producto del esfuerzo físico, presión emocional y restricciones sociales que significa convivir con una persona con esa condición.
De hecho, esta sobrecarga tiene un nombre: Síndrome de Burn-out. Según el portal Geriatric Area, este trastorno se produce por el estrés crónico y constante que vive diariamente el cuidador, al enfrentar las necesidades propias de un tercero que dependen de ellos y arrastrar una serie de ocupaciones monótonas y repetitivas.
El burnout puede desencadenar, entre otros desordenes:
Para evitarlo es muy importante que el cuidador no se sienta solo en esta tarea y cuente con:
Mientras, es muy importante que la relación con la persona bajo su cuidado no se deteriore, en particular si el cuidador es un familiar o cercano que renuncia a su trabajo y ve su estilo de vida comprometido por entregar este servicio.
Aunque quieras entregar los mejores cuidados a tu ser querido, también debe existir un espacio para que se sienta cómodo y autovalente. Sobre todo si se trata de una persona que si bien necesita de compañía, no requiere asistencia total, es decir, no tiene problemas severos de movilidad o cognitivos.
Según explica Servicio Nacional del Adulto Mayor, la dependencia no implica necesariamente la pérdida de autonomía; de hecho, es uno de los ejes centrales de la Guía de Orientaciones Técnicas Programa Cuidados Domiciliarios de este servicio público.
En este caso, primero que todo, como cuidador o persona responsable de su bienestar, debes observar sus capacidades para determinar en qué acciones necesita ayuda y cuáles son sus limitaciones.
Como afirma el portal de la revista Eroski Consumer, es fundamental animar al adulto mayor a ser los más autosuficiente posible. Por ejemplo, si hay acciones que no puede completar en su totalidad, lo ayudes solo en esa parte.
El objetivo final es que no pierda la habilidad y que sienta seguridad en sí mismo.
Según informa Clínica Las Condes, alrededor de 80% de las caídas de los adultos mayores se producen en el hogar; y un 20% traería consecuencias serias.
Por eso es muy importante que te asegures de ofrecer al adulto mayor un espacio seguro y confortable. Acondicionar un lugar correctamente también contribuye a facilitar conductas independientes de la persona.
Hay un conjunto de medidas que puedes tomar en el hogar para disminuir el riesgo de caídas, dice la Guía de Autocuidado en el Ciclo Vital de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica, entre ellas:
El cuidado de un adulto mayor requiere que organices diversos factores. Por eso, la planificación juega un rol muy importante.
Si eres responsable de su cuidado, contar con un plan claro te ayudará a tomar las mejores decisiones. Al elegir un cuidador profesional, ser tú o alguien de la familia quien se haga cargo, trata de facilitar la autonomía del ser querido y habilita un espacio cómodo según sea la necesidad.
Estos consejos te guiarán en esta noble tarea, pero siempre es positivo que te asesores por expertos que entreguen recomendaciones adecuadas a tu situación.
Conoce más con la guía de pasos básicos para cuidar a tu adulto mayor en casa.
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