La pérdida de memoria es el olvido patológico que sufren las personas.
En la tercera edad, es común observar la pérdida de memoria si la persona tiene problemas para aprender nuevos conceptos o habilidades; cuando no le es posible recordar datos o sucesos del pasado o cuando tienen “olvidos diarios” como perder las llaves, el celular, no encontrar palabras adecuadas durante una conversación.
Según un estudio de statista, el 79% de las personas mayores tienen dificultad para recordar o concentrarse.
Memoria a Corto y Largo plazo
Se puede decir que el cerebro humano tiene diferentes tipos de memoria, siendo las dos principales: la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo.
La memoria a corto plazo se encarga de retener información durante poco tiempo; mientras que la memoria a largo plazo, almacena una gran cantidad de información durante mucho tiempo. Cuando hablamos de la “memoria”, nos estamos refiriendo a la memoria a largo plazo.
¿Qué sucede cuando perdemos la memoria?
Cuando perdemos la memoria puede que lo hagamos de dos maneras: de forma transitoria o de forma permanente.
La pérdida de memoria transitoria, se da cuando olvidamos información por un periodo de tiempo , conocido como tiempo de amnesia. Es común que olvidemos nombres, direcciones o detalles de un evento, pero si somos capaces de recordar lo que queríamos pasadas unas horas, entonces estamos hablando de pérdida de memoria transitoria,
Por el contrario, la pérdida de memoria permanente, se da cuando no somos capaces de recuperar o recordar lo que queríamos. Por ejemplo si otra persona nos ayuda a recordar un nombre o los detalles de un evento y no somos capaces de recordar, entonces estamos presentando pérdida de memoria permanente.
¿Qué signos indican que una persona puede estar presentando pérdida de memoria?
Los signos de problemas de memoria, atención y pensamiento pueden ser:
- Dificultad para concentrarse o prestar atención a una actividad en concreto.
- Dificultad para recordar nombres, fechas, números o personas.
- Dificultad para encontrar objetos de uso diario como llaves, celulares, artículos de higiene personal, entre otros.
- Dificultad para tomar decisiones y organizar los pensamientos.
- Dificultad para realizar más de una tarea a la vez, por ejemplo al cocinar suelen quemarse alimentos porque no pueden enfocarse en más de dos tareas simultáneas.
- Desorientarse, marearse o sentirse confundidos en un ambiente familiar.
- Dificultad para comunicarse de forma fluida o confundir palabras frecuentemente.
¿Cuáles son las causas de la pérdida de la memoria?
Hay muchas causas que pueden conducir a pérdida de memoria, algunos factores están más relacionados con la edad, a problemas de salud, la dieta, el control de estrés u otras interferencias de las capacidades cognitivas.
Las causas más importantes de la pérdida de memoria son:
- Problemas de salud: Hay medicamentos que pueden generar efectos secundarios y provocar la pérdida de memoria transitorias. Además enfermedades como problemas de tiroides, riñones o hígado, la falta de oxígeno en el cerebro, golpes en la cabeza, diferentes tipos de cáncer o incluso problemas emocionales como la depresión y la ansiedad provocan la pérdida de memoria.
- Edad y envejecimiento normal: a partir de los 50 años, va disminuyendo la velocidad de transmisión de información que usa nuestro cerebro para recordar datos o realizar acciones. Con la edad, la capacidad de aprendizaje y la calidad de la memoria se ven disminuidas de forma natural sin que la persona tenga problemas de salud o ninguna patología.
- Pérdida de memoria por problemas emocionales como estrés y ansiedad: el estrés, la ansiedad y la inestabilidad emocional pueden provocar olvidos. Muchas veces estos olvidos son transitorios y suceden porque, al encontrarnos en situaciones de peligro o alerta, producimos más cortisol y esta hormona, cuando se produce en exceso, conduce a un deterioro de la función cerebral.
- Una dieta inadecuada: la pérdida de memoria se relaciona directamente con la dieta y el tipo de alimentos que consumimos cotidianamente. La doctora Joy Bauer, experta en ciencias de la nutrición, afirma que “tener buena memoria depende en el total de células cerebrales, la conexión entre estas y su salud”.
- Depresión: Es habitual que las personas mayores se sientan tristes por perder capacidades físicas o se encuentren en depresión por haber perdido a un ser querido. Las personas mayores con depresión pueden aumentar sus olvidos y confundir sus síntomas con Alzheimer u otro problema de memoria. Cuando un adulto mayor está muy olvidadizo, lo mejor será realizar un diagnóstico diferencial para descartar Alzheimer.
- Demencia: La demencia es uno de los problemas mentales que más afectan a las personas mayores. Esta condición se da con la aparición, generalmente crónica, de problemas cognitivos, tales como problemas de la memoria, del habla, del comportamiento, entre otros. Existen diferentes tipos de demencia, pero la demencia más común es la enfermedad de Alzheimer.
- Alzheimer: Según la revista Chilena de Neuro psiquiatría; la incidencia de la enfermedad de Alzheimer aumenta con la edad; excepcional antes de los 50 años, se puede presentar en 1 o 2% de los sujetos de 60 años, en 3 a 5% de los sujetos de 70, en el 15-20% de los sujetos de 80 años. Cuando una persona mayor padece esta enfermedad, deriva en un deterioro progresivo y grave de la memoria. Aparecen también problemas en la orientación, de atención, de cálculo y lo más común es que el paciente se vuelve dependiente para realizar sus rutinas diarias.
¿Cómo actuar si un familiar tiene pérdida de memoria?
Si estás al cuidado de un familiar o conocido que esté presentando problemas de memoria que no han sido diagnosticados y que cada vez son más alarmantes, lo primero que debes hacer es acudir con la persona a un especialista para que puedan realizar un diagnóstico y dar recomendaciones.
Las personas mayores son desconfiadas y se muestran reacias a recibir ayuda, por eso, es importante abordar el tema de la falta de atención con mucha paciencia y empatía. Además, se recomienda que los diagnósticos se hagan cuando los signos son leves y no cuando ya hay desorientación; de esta manera se podrán tomar medidas adecuadas que le permita al adulto mayor mantener sus rutinas diarias y recibir medicamentos a tiempo en caso de que sea necesario.