¿Por qué hay personas que son más olvidadizas que otras? Si bien es cierto que al pasar los 65 años las personas mayores están más propensas a olvidar cosas, también es cierto que el deterioro cognitivo afecta a cada individuo de distintas maneras.
Un estudio publicado por la superintendencia de salud, estima que entre el 5% y el 20% de las personas mayores de 65 años tienen deterioro cognitivo leve. Otras investigaciones indican que entre el 30% y el 50% de la población mayor presenta pérdidas de memoria cotidianas que le impiden acordarse de nombres de personas o incluso que les dificulta sus rutinas diarias.
En Chile, un estudio publicado en la revista médica Scielo (vol.147 no.8), determinó que en promedio 1 de cada 10 personas mayores en el país presenta sospecha de deterioro cognitivo.
No existe un factor único que genere deterioro cognitivo, este se da por una combinación de diversos factores que pueden ocasionar pérdida de memoria involuntaria y menos capacidad de retención de la información, de atención y de percepción visual.
El estudio de la revistas médica de Chile Scielo, también da a conocer los principales factores asociados a sospecha de deterioro cognitivo en población chilena, estos son:
Además de los mencionados anteriormente, existen otros factores reconocidos internacionalmente que pueden ser causales del deterioro cognitivo, estos son:
Es habitual que las personas mayores con problemas de memoria no sean conscientes de sus propios problemas, la pérdida de memoria suele ser detectada en primera instancia por familiares o cuidadores.
Estar atentos a las señales, comprender los vínculos entre el deterioro cognitivo y los factores de riesgo asociados, contribuye a la prevención o al menos a la postergación del inicio de la demencia. Por esta razón, si tienes un familiar de edad avanzada o estás al cuidado de un adulto mayor que presente problemas de memoria, la recomendación es acudir a un especialista.
Ten en cuenta antes de abordar el problema que las personas mayores suelen estar reacias a recibir ayuda, por este motivo hay que plantear el tema con paciencia, respeto y empatía.
Si luego de la consulta, el médico de cabecera emite un diagnóstico de pérdida cognitiva, hay que seguir sus indicaciones. Si se trata de una fase leve, debemos facilitar que la persona realice actividades, mantenga sus rutinas en el hogar e interactúe a nivel social.
Si el diagnóstico incluye medicamentos, hay que elaborar una rutina con alarmas y recordatorios para ayudar a nuestros adultos mayores a que sigan las recomendaciones del médico y tomen las pastillas correctamente en el horario indicado.
Ser diagnosticado de demencia puede ser muy difícil y duro de asumir para un paciente. Por eso, es importante aportar apoyo emocional desde la familia para que la situación sea menos dolorosa y confusa. Por último, si se observan síntomas de depresión, angustia o estrés, hay que informar al médico o psicólogo a la brevedad posible.
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