Idóneamente, cualquier cama clínica que adquieras o arriendes deberá tener un colchón, el cual debe adaptarse a la perfección a las dimensiones y los puntos de doblez de la cama.
Aun así, las necesidades específicas de tu familiar podrían hacer que requiera un tipo de colchón específico. Si es tu caso, conviene que tengas una idea de cuáles tipos de colchones para camas clínicas hay disponibles y cuáles son las ventajas de cada uno.
Tipos de colchones para cama clínica
- De espuma:
- De poliuretano. Económico, liviano y fácil de manejar. Cubre las necesidades de la población estándar y por lo general viene junto con la cama.
- Viscoelástica. Se amolda a la forma del cuerpo para brindar soporte y reducir los puntos de presión. Gracias a la incorporación de diversos componentes en su fórmula, este tipo de colchón siempre regresa a su forma original, por lo que proporciona una sensación de acolchado superior a la que ofrecen todos los colchones del mercado. Además, suele ser más fresco que los estándar. Es una buena opción para personas que pasan mucho tiempo en la cama.
- De alta densidad. Más firme y duradero que el de espuma de poliuretano, ofrece mejor soporte para personas con mayor peso corporal y máxima comodidad para cualquier usuario. De los colchones estándar, es decir, los que no van orientados a atender necesidades específicas, este es el más conveniente.
- De aire:
- Cuentan con celdas y canales que se inflan con aire de manera alternada para cambiar los puntos de presión, por lo que son una buena opción para personas que necesitan cambiar de posición con frecuencia o que tienen riesgo de desarrollar úlceras por presión o escaras. El colchón de aire más popular para camas clínicas es el antiescaras, que se utiliza como complemento o accesorio y no en lugar del colchón.
- De gel:
- Contienen gel refrigerante, que ayuda a regular la temperatura corporal y promueve la comodidad. Son una buena opción para personas que se acaloran por la noche o tienen piel sensible al calor.
Es importante elegir el tipo correcto de colchón para cama de hospital para cada paciente, pues una mala elección podría empeorar su condición. En general, el colchón idóneo es flexible y lavable y ofrece buen soporte, pero si el paciente tiene necesidades específicas, habrá que buscar diversas opciones. Las recomendaciones del médico tratante son de vital importancia.
Recomendaciones generales para elegir el colchón de una cama clínica
- Un colchón con superficie lavable o removible es importante para todo paciente, en especial para los que tienen movilidad reducida, inmovilidad, incontinencia o tienden a derramar alimentos y bebidas durante sus comidas.
- Los colchones de memoria inteligente ayudan a reducir los puntos de presión y prevenir escaras, así que son especialmente convenientes para pacientes que no se levantan de la cama.
- Un colchón de 8 cm de espesor suele ser suficiente para una persona de peso promedio, pero a mayor peso se requiere mayor grosor en el colchón. Además, un colchón más grueso ofrece mayor comodidad al usuario, independientemente de su peso.
- Si el paciente no puede levantarse de la cama, el colchón antiescaras es una necesidad imperativa.
- Cuando vayas a buscar un colchón para tu cama clínica, recuerda revisar las opciones disponibles en la página de tu proveedor de confianza y en plataformas como MercadoLibre.
- Asegúrate de que el proveedor ofrezca un buen servicio postventa, ya que podría necesitar reemplazar la cama o el colchón según la evolución de tu familiar.