Ser diagnosticados con cáncer es aterrador para la mayoría de las personas. Un estudio sobre el papel de las etiquetas de las enfermedades en las percepciones de los pacientes realizado en 2019 mostró que simplemente escuchar la palabra puede influir en la elección de tratamiento de las personas.
Ya que el tratamiento para el cáncer suele tener muchos efectos secundarios a corto y largo plazo, incluyendo algunos que suponen otros riesgos para la salud, muchas personas deciden no tratar la enfermedad. Sin embargo, algunos tipos de cáncer, como el de próstata, podrían no causar síntomas más graves o no afectar la expectativa de vida si no se tratan.
Como resultado, de acuerdo a si reciben tratamiento o no, los pacientes oncológicos pueden dividirse entre “controlados” y “no controlados.” Veamos las diferencias entre ambos.
Los pacientes oncológicos controlados son aquellos que reciben tratamiento para la enfermedad, sus síntomas o sus efectos secundarios.
Hay muchos tipos de tratamientos para los pacientes oncológicos y escoger el adecuado dependerá del tipo de cáncer de cada persona. Según el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, estas son algunas de las opciones:
Los pacientes oncológicos no controlados son aquellos que no reciben tratamiento para su enfermedad, síntomas o efectos secundarios por elección propia o porque ya no está funcionando.
Los cuidados paliativos son un tipo de atención que busca dar a las personas con enfermedades graves, como el cáncer, una mejor calidad de vida. Estos cuidados son comunes cuando los pacientes oncológicos están en una etapa que es considerada “crónica” o que pone su vida en peligro.
A diferencia de los tratamientos convencionales, la atención paliativa no se enfoca en curar la enfermedad sino que busca aliviar el dolor y brindar apoyo tanto a los pacientes como a las familias para mejorar su bienestar.
Por lo tanto, ya que los cuidados paliativos buscan mejorar la calidad de vida en pacientes con cáncer, tanto los pacientes oncológicos controlados como los no controlados pueden acceder a este tipo de atención.
Si bien los cuidados paliativos comúnmente se enfocan en aliviar los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad, lo cierto es que este tipo de atención aborda otras áreas clave para el bienestar de los pacientes oncológicos. Esto puede incluir lo siguiente:
Después de ser diagnosticados con cáncer, puede ser difícil para los pacientes hablar con sus seres queridos o cuidadores sobre lo que sienten o están experimentando. Un trabajador social podría ayudar en estos casos, ofreciendo cuidados que aborden las necesidades sociales de las personas.
Los cuidadores pueden planificar reuniones, crear grupos de apoyo, buscar información médica o de servicios, ayudar a los pacientes a definir el tipo de ayuda que necesitan y más.
La salud mental también debe ser una prioridad para los pacientes con cáncer. Recibir este diagnóstico puede causar diferentes emociones, como tristeza, ansiedad o incluso enojo. Muchas personas también experimentan estrés.
Los proveedores de cuidados paliativos, incluyendo psicólogos y otros especialistas en estas áreas, pueden ayudar a los pacientes a encontrar maneras de sobrellevar sus emociones y aceptar el diagnóstico.
Al ser diagnosticados con cáncer, las personas pueden plantearse muchas preguntas en el ámbito espiritual. Muchos también se refugian en su religión para encontrar un propósito de vida.
Por esa razón, este tipo de apoyo es importante dentro de los cuidados paliativos, en especial para quienes pertenecen a una comunidad religiosa o espiritual.
Además de considerar las emociones, es crucial entender que los síntomas y tratamientos del cáncer pueden afectar el funcionamiento del cerebro. Un ejemplo sería un caso que involucra a una persona que no puede dormir lo suficiente después de recibir el diagnóstico.
Los cuidados paliativos no solo se limitan a la atención médica que se enfoca en el bienestar físico sino que incluye ayuda psicológica y psiquiátrica para mejorar la salud mental.
El tratamiento para el cáncer puede ser costoso. Por esa razón, en muchos casos, los pacientes oncológicos tienen acceso a asesores financieros a través de los cuidados paliativos.
Estos expertos pueden ayudar a las personas a entender la facturación o cómo funcionan sus seguros, buscar programas que ofrezcan tratamientos más accesibles o gratuitos y más.
Los cuidados paliativos para pacientes con cáncer suelen prestar detallada atención al bienestar físico de los pacientes, tratando sus síntomas o los efectos secundarios del tratamiento, los cuales pueden incluir lo siguiente:
Este tipo de atención también debe incluir la gestión de las medicinas, especialmente por parte de los familiares. Organizar el tratamiento y la medicación es indispensable para crear un entorno seguro para los pacientes.
También es importante entender que el apoyo físico no se limita únicamente a pacientes oncológicos controlados. Los pacientes oncológicos no controlados, quienes no son tratados, también pueden recibir este tipo de atención para intentar aliviar sus síntomas o mejorar su condición física sin recurrir a medicamentos.
Tanto los pacientes oncológicos controlados como los no controlados pueden mejorar su calidad de vida a través de los cuidados paliativos. Este tipo de atención también beneficia a los familiares, ofreciendo apoyo integral a quienes hacen frente a esta enfermedad.