La Organización Mundial de la Salud (OMS) proyecta que, para 2050, al menos un cuarto de la población mundial presentará algún grado de pérdida auditiva, y un 28% de ellos requerirá rehabilitación.
Como respuesta a este desafío, la OMS destaca la importancia de difundir información sobre las causas, las consecuencias y los recursos disponibles para ayudar a quienes lo necesiten.
En nuestro compromiso con el bienestar de nuestros adultos mayores, en BETTEN nos preocupamos por entregar la información exacta y bien respaldada que las familias chilenas necesitan para cuidar de todos sus miembros, especialmente de sus abuelos.
Porque entendemos que mientras menos se sabe de un tema de salud, más fácil es creer en mitos y en ideas populares sin fundamento. Y, como bien sabemos, tomar decisiones con información errónea o incompleta puede ser un peligro para la salud y la calidad de vida de quienes más queremos.
Así que, si te has pillado pensando que "si el abuelo no escuchara, me daría cuenta", que "la pérdida auditiva en la vejez es inevitable y no tiene solución" o, peor aún, que "si no se atiende la pérdida auditiva, no pasa nada", te invitamos a quedarte. Este artículo lo escribimos pensando en ti.
Hay ayuda, ¿por qué no tomarla?
Isabela ya no se acuerda de cuál fue la primera señal de que su papá estaba empezando a escuchar menos. Tenía una vida muy ocupada: un trabajo exigente, sus hijos, su marido y la casa… De a poco, simplemente se acostumbró a la idea de que “al papá hay que hablarle fuerte, porque no oye bien”. Y eso hacía. Y eso les enseñó a sus hijos.
Julio, su papá, de 85 años, también se había convencido de que no era necesario buscar una forma de oír mejor. “¿Para qué esa cuestión tan cara? Ustedes me repiten todo, me hablan más fuerte y listo. Y yo que casi ni salgo, ¿para qué?”, le respondió a su nieto cuando le sugirió buscar audífonos.
También asumieron como algo de la vejez, e inevitable, que Julio dejara de participar en las juntas familiares, no entendiera bien las instrucciones de sus aparatos tecnológicos y, a veces, pareciera confundido o dudara al responder cuando le hablaban.
Y como “el abuelo está sordo” pero casi siempre acompañado en la casa, a la familia no le preocupaba mucho que no se enterara si tocaban la puerta o sonaba el teléfono. Hasta que las ocupaciones de todos coincidieron una tarde y tuvo que quedarse solo.
Hubo un incendio grande en la casa de al lado. Los vecinos le gritaron, le tocaron la puerta, el timbre, lo llamaron por teléfono… Julio no se enteró de nada hasta que vio el humo. Salió a la calle tan rápido como pudo, tosiendo y ahogándose. Tuvo que pasar la noche en el hospital recibiendo tratamiento.
Finalmente aceptó usar los audífonos, porque se dio cuenta de que no escuchar pone en riesgo su seguridad.
Y al poco tiempo, la familia pudo ver otros cambios: el abuelo está de mejor humor, se confunde menos, participa más en las juntas familiares, es más independiente e incluso volvió a hacer sus caminatas por la mañana. Ayer pasó por el mercado y le trajo a su hija unas naranjas, que le encantan.
Mitos y realidades sobre la salud auditiva
Hay varias ideas muy populares sobre la audición que vale la pena aclarar, para que estemos bien informados:
➡️ “No es necesario preocuparse si el abuelo no escucha bien”. La pérdida auditiva no afecta solo el oído, sino también la seguridad (ya que no se escuchan alarmas, el timbre o cualquier ruido que indique peligro), la independencia (al no poder comunicarse bien), la salud física (el oído también tiene que ver con el equilibrio, así que no escuchar bien puede afectar la estabilidad al caminar), la salud mental (el cerebro se puede volver más lento, se pierde concentración y memoria) y la salud emocional (conduce al aislamiento y depresión).
➡️ “No hay forma de evitar que los adultos mayores pierdan audición”. El envejecimiento saludable empieza en la juventud y, si bien el deterioro auditivo es parte del envejecimiento natural, también es posible tomar medidas que prevengan la aparición o el avance de la pérdida auditiva. La principal es la consulta preventiva desde temprana edad, de donde surgirán evaluaciones y recomendaciones personalizadas. Una recomendación universal importante es evitar la exposición a ruidos muy fuertes, especialmente por mucho tiempo. Si no se puede evitar, lo ideal es usar protectores auditivos.
➡️ “No hay nada que hacer si una persona mayor pierde audición”. Nada más lejos de la realidad. Existen múltiples opciones para ayudar a nuestros adultos mayores a tener una vida plena e independiente. En el caso de la pérdida auditiva, el otorrino recomendará la solución más conveniente a cada quien: dispositivos de asistencia auditiva, implante coclear, cirugía, tratamiento… La vejez no tiene que ser una condena a la pérdida de independencia o al aislamiento.
➡️ “Solo las personas mayores pierden audición”. Existen muchos factores que pueden ocasionar pérdida de la audición a cualquier edad, como genética, exposición a ruidos fuertes, ciertos medicamentos, traumatismos (golpes) tabaquismo y diabetes. Así que cualquier persona puede perder audición en cualquier momento.
➡️ “Los dispositivos de asistencia auditiva son muy caros”. Basta con preguntar a proveedores de confianza para darse cuenta de que es una inversión que sí se puede hacer, con precios que se ajustan a distintos bolsillos, y que los beneficios que trae son impagables.
➡️ “Si a una persona no le sirven los audífonos, no le sirven a nadie”. La pérdida auditiva es diferente en cada persona. El trabajo de los especialistas es ajustar los audífonos hasta que funcionen perfectamente para las necesidades de cada usuario. Si notas que los audífonos no están funcionando bien, lo mejor es volver donde el proveedor y pedirle que los configure de nuevo.
➡️ “Hay que limpiarse los oídos con cotonitos todos los días”. El oído tiene un sistema de limpieza propio, a través de la cera que se bota sola con el movimiento de la mandíbula y el desprendimiento de las células de piel muerta dentro del canal. Si metes un cotonito, corres el riesgo de empujar la cera más adentro y provocar una obstrucción. Lo ideal es limpiar solo la parte externa del oído con un paño húmedo. Si sientes el oído tapado o alguna molestia, lo mejor es ir al otorrino.La clave es la consulta médica
Hay muchas ideas arraigadas sobre la salud del adulto mayor que no apuestan por la preservación de su independencia. Pero la mayoría de las veces no son realistas. Lo correcto siempre será informarse de fuentes confiables y acudir a la consulta médica, en este caso con un otorrino, para que tengamos luz sobre el camino más seguro hacia la plenitud en los años dorados.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados con *
Síntomas auditivos que gritan “¡A la consulta ya!”
Señales de pérdida auditiva que no se deben ignorar
Por qué es necesario preservar la audición