Uno de los principales peligros que corre cualquier paciente con problemas de movimiento, es que el mismo impedimento, hace que se ejercite poco y con el tiempo desarrolle atrofia muscular, que es cuando los músculos adelgazan y se debilitan, imposibilitando a la larga, cualquier tipo de movimiento.
Un error común, es pensar que los pacientes que están en cama viven a merced de lo que el tiempo haga con sus cuerpos. Pero los ejercicios constantes, por más básicos que puedan parecer, son un punto clave en la mejora y mantenimiento de la calidad de vida de las personas mayores.
De hecho, la pérdida de masa muscular es algo completamente normal después de los 30 años; cada década que pasa, una persona llega a perder entre 3% y 5%, lo que significa hasta una tercera parte en el transcurso de su vida. Y, en caso de pacientes que están postrados, la pérdida puede ser de hasta 5% en tan solo unos días.
La fisioterapia, es entonces, un pilar básico para ayudar a los pacientes con problemas de movimiento o postrados a mejorar su calidad de vida en distintos aspectos:
Es la principal función de este tipo de terapias- Dentro de ellas existen distintos tipos de ejercicios que puede llevar a cabo el paciente:
Pasar mucho tiempo sin ningún tipo de actividad física puede generar efectos negativos más allá de la atrofia muscular. Efectos como; la trombosis venosa, que puede desencadenar en una embolia o derrame pulmonar; lesiones cutáneas o escaras, que se dan por la presión que los huesos ejercen sobre la piel y pueden convertirse en infecciones; disminución de la masa ósea, y finalmente; atrofia o desgaste muscular, que lleva a pérdida de autonomía y por ende, a disminución en la calidad de vida.
La fisioterapia no solo rehabilita, también puede ayudar a aliviar el dolor crónico que las personas de la tercera edad pueden llegar a sufrir, ya que este tipo de terapias, ayudan a activar los mecanismos de regulación de la sensación de dolor que tiene el cuerpo.
El hecho de tener actividades y estar ocupados, da a los pacientes un motivo para ver hacia el futuro y mejorar su estado de ánimo y autoestima. En un estudio realizado por la Academia Sahlgrenska, en Suiza, se demuestra que los pacientes con depresión que se sometían a sesiones de fisioterapia, mejoraron radicalmente su estado de ánimo al mismo tiempo que redujeron considerablemente algunos síntomas de depresión.
Además, el hecho de promover que el adulto mayor se mantenga activo y mejore su salud física, ayuda a que también conserve su autonomía, lo que a su vez mejora su calidad de vida a largo plazo.
Además, ayuda a disminuir la ansiedad, mejora la atención y mantiene el cerebro activo.
Una de las causas más comunes de la pérdida de las capacidades funcionales en los adultos mayores, es la inactividad o inmovilidad, lo cual provoca un declive en su salud y bienestar. Trabajar con su cuerpo a través de las fisioterapias, genera mayor agilidad porque empiezan a rehabilitarse los músculos y ayuda a prevenir caídas y accidentes, que en edades avanzadas pueden tener un impacto radical en la vida de una persona.
Por estas razones, sin importar cuál sea la situación del adulto mayor, la fisioterapia juega un rol muy relevante en su recuperación. Sin embargo, es importante que se tengan metas objetivas y no se esperen resultados imposibles o demasiado difíciles de alcanzar.
Recuerda que la fisioterapia debe ser considerada un método de soporte y no una estrategia única de recuperación. Y que siempre debes consultar con médicos especialistas las rutinas y ejercicios que se están haciendo.
Conoce más con la guía: Ayuda a tu adulto mayor a estar cómodo y activo.
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