Poder moverse y desplazarse libremente: visitar cualquier lugar que se desee o requiera, conducir un vehículo de manera segura, hacer jardinería, limpiar la casa, o simplemente realizar las tareas cotidianas más básicas (bañarse, vestirse, comer, peinarse)… Eso es movilidad; incluso si se apoya en sillas de rueda, bastones, andadores o vehículos personales de desplazamiento (scooters).
Así que no ha de ser de gran sorpresa que los especialistas señalen la movilidad como un factor clave para una vejez saludable.
La clave de una vida plena en la tercera edad
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos (NIA, por sus siglas en inglés), afirma que la movilidad impacta significativamente la salud tanto física como psicológica del adulto mayor y recomienda hacer adaptaciones en el hogar y adoptar una rutina de actividad física para mantener la movilidad en la tercera edad.
La actividad física es fundamental para mantener la movilidad, pues esta depende directamente de varios factores relacionados con el estado físico, siendo dos de los más destacados el equilibrio y la fuerza. Y, a su vez, la movilidad es la base de una buena condición física.
Además, el contacto con el mundo exterior y con los principales afectos fortalece la salud mental del adulto mayor. Así que sus habilidades físicas son indispensables para una vida social plena y una salud mental robusta.
Cómo promover y preservar la movilidad en la tercera edad
Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan adoptar una serie de medidas para preservar y promover la movilidad del adulto mayor, entre las cuales destacan:
➡️ Mantener las enfermedades crónicas a raya. La hipertensión arterial, la diabetes y las enfermedades crónicas −en especial las degenerativas, como la artritis y la enfermedad de Alzheimer− encabezan la lista de enfermedades que afectan la movilidad y ocasionan caídas, el mayor temor del adulto mayor con movilidad reducida. Pero no son las únicas, por eso la opinión del médico de cabecera es crucial, pues es quien entiende las implicaciones de las enfermedades del adulto mayor. Hay que visitar regularmente al especialista, realizar los estudios que indique y cumplir sus recomendaciones.➡️ Adoptar una rutina de ejercicios de fuerza, resistencia, equilibrio y flexibilidad. El sedentarismo es la principal causa de la pérdida de fuerza y masa muscular, la base de la pérdida de movilidad, y tiene un impacto muy nocivo en la salud general del adulto mayor. El NIA tiene una excelente guía con recomendaciones para cada uno de estos cuatro factores clave de la movilidad, que fue especialmente formulada para el adulto mayor e incluye consejos para prevenir lesiones y accidentes. Además, Betten dedica varias entregas al entrenamiento físico de los abuelos.
➡️ Cuidar la salud mental. El aislamiento social y afecciones como la depresión pueden aumentar su riesgo de caídas. La clave esmantener el contacto con los afectos principales, realizar actividades que disfrute el abuelo y controlar la depresión y la ansiedad. Betten ofrece la Guía gratuita: Cómo cuidar la salud mental de un adulto mayor, con consejos prácticos para ayudar a los abuelos a sentirse más felices.
➡️ Cuidar la vista y el oído. Estos dos sentidos garantizan la seguridad al manejar, caminar y hablar. El oído tiene, además, un rol fundamental en el equilibrio. Es indispensable una visita regular a cada especialista, así como el uso y revisión periódica de los dispositivos de asistencia (lentes, implantes para la audición); además de evaluar intervenciones quirúrgicas, de ser necesarias.
➡️ Revisar las opciones de transporte. Idealmente, la movilidad del adulto mayor se extiende fuera del hogar, para lo cual han de requerirse traslados.
➡️ Prevenir la caída. Causa de complicaciones importantes asociadas a traumatismos y principal factor atemorizante para el adulto mayor, capaz de paralizarlo. Para minimizar los riesgos de caídas en casa, el NIA recomienda:
Adicionalmente, hay que acompañar el plan de promoción de movilidad del adulto mayor con una alimentación adecuada, que apunte a la preservación de la masa muscular. En este punto, los especialistas coinciden en que, además de aumentar la ingesta de carnes magras y adoptar la dieta MIND ⎼que combina las noblezas de la dieta mediterránea y la dieta antihipertensiva o DASH⎼ existen una serie de consejos nutricionales que favorecen la salud general del adulto mayor. Puedes leerlos que resume Betten aquí.
Movilidad: salud física y mental
Para garantizar una vida plena en la tercera edad, es importante poder moverse con facilidad. Adoptar una rutina sencilla y segura de actividad física diseñada para el adulto mayor, hacer adaptaciones en el hogar y proteger la salud mental son las claves para mantener la movilidad, que a su vez devolverá un mejor estado físico y anímico.
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