Junto con una alimentación cuidadosamente vigilada, un programa de ejercicio físico de impacto moderado y estricta vigilancia médica, el buen dormir es uno de los aliados principales de quienes deben hacer frente a una enfermedad tan seria como la diabetes.
La relación entre el buen dormir y las características de la diabetes es bidireccional, es decir, el sueño se ve tan afectado por las características de la enfermedad como involucrado en las posibilidades de detener el deterioro o las complicaciones de salud del paciente.
¿Cómo la diabetes afecta el sueño?
- La degeneración del tejido nervioso característica de la diabetes puede ocasionar problemas en las extremidades, como entumecimiento, hormigueo, dolor y hasta síndrome de las piernas inquietas, lo cual interfiere en la capacidad de alcanzar y mantener el sueño.
- Es frecuente que personas con diabetes tipo 2 sufran del síndrome de apnea obstructiva del sueño, que baja los niveles de oxígeno durante las horas de sueño.
¿Cómo afecta el mal dormir la salud del paciente diabético?
La ausencia de un sueño reparador o la incapacidad o imposibilidad de dormir como mínimo siete horas seguidas cada noche, interfiere en la consecución y manutención de un peso saludable, en la estabilidad de los niveles de insulina y en la sensibilidad del metabolismo a esa hormona; la baja de oxígeno ocasionada por la apnea del sueño puede dañar algunas de las células pancreáticas responsables por la secreción de la insulina.
¿Recomendaciones para mejorar el sueño de un paciente diabético?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos recomiendan incorporar una serie de medidas de higiene del sueño al plan de manejo de la diabetes, como evitar la cafeína desde 8 horas antes de irse a la cama, tener una rutina saludable, que incluya horarios para irse a dormir y levantarse, tener un ritual antes de ir a la cama que ayude a relajarse y tener en la habitación condiciones propicias para un buen descanso.
Una medida a considerar
Además de aprender diversas estrategias de higiene del sueño, es conveniente pensar en una cama que ayude a garantizar un buen descanso.
Para las personas de la tercera edad, en especial para quienes tienen movilidad reducida, una cama clínica puede ser de gran ayuda en diversos aspectos, siendo el principal de ellos la posibilidad de dormir de manera cómoda y segura en una posición que reduzca la posibilidad de tener apnea del sueño, uno de los problemas más recurrentes que enfrentan las personas con diabetes.
Además, una cama clínica facilita los cambios de posición de manera segura, lo cual contribuye con una buena circulación y aporta seguridad a la hora de entrar y salir de la cama.
Un sueño reparador, que es indispensable para la salud general de cualquier persona en cualquier circunstancia, es clave para lograr una respuesta adecuada a la diabetes. Es importante tomar todas las medidas necesarias para poder garantizarlo.
