Tan importante como tratar las enfermedades es prever los cambios que enfrenta el cuerpo humano en la vejez, pudiendo no solo minimizar dolencias futuras, sino que también acompañar el proceso de aceptación por parte de los adultos mayores.
Junto a la autonomía, higiene y recreación, una de las cosas más importantes en la vida de un adulto mayor es la salud. De hecho, estos cuatro componentes son los que aseguran que una persona de 65 años o más viva su adultez de la mejor manera posible. Es lo que confirma este blog al respecto.
Si nos enfocamos en las afecciones que se asocian al envejecimiento, todas tienen relación con los cambios que va teniendo el cuerpo humano durante su vida adulta y, por eso resulta tan clave enterarse de ello, pudiendo entender mejor los cambios de comportamiento en los adultos mayores y, por ende, ayudarlos en su adaptación a la vejez.
El paso del tiempo y la exposición a ruidos, independientemente que una persona haya vivido más o menos expuesta a estos; conlleva al deterioro de la capacidad auditiva de los oídos, órganos que permiten percibir la intensidad y características de los sonidos, así como también mantener el equilibrio.
Según este estudio de la UNAM sobre cómo cambia el cuerpo cuando envejecemos, en al menos el 10% de los adultos mayores el oído interno muestra alteraciones que generan una creciente dificultad para oír los tonos agudos (acompañado normalmente de zumbidos); los ruidos fuertes tampoco se perciben apropiadamente y resulta complicado diferenciar sonidos en un ambiente ruidoso.
Asimismo, los cambios que surgen con la edad en el aparato vestibular (una estructura de canales y nervios que interviene en el equilibrio) provocan a su vez un deterioro en el control postural reflejo, impidiendo que las personas puedan mantener el equilibrio en todo momento y en cualquier posición.
Desde el punto de vista del bienestar, la pérdida progresiva de la audición genera molestias, irritabilidad y, sobre todo, dificultad para interactuar socialmente, interfiriendo en la funcionalidad e independencia de las personas que la sufren.
Si bien los problemas a los ojos aparecen mucho antes en la vida de las personas, a partir de los 40 este tema comienza a complejizarse. Esto, debido a que el cristalino adquiere rigidez, se vuelve más denso y también más amarillo, lo que dificulta el enfoque de cerca, ver cuando hay insuficiente luz y el modo en que se perciben los colores, respectivamente.
Es lo que explica el Manual MSD sobre los cambios corporales relacionados con el envejecimiento:
Con el envejecimiento, los músculos se reducen en tamaño, así como en capacidad de tensión y contracción, además de perder un 25% promedio de fuerza a partir de los 60 años. A esto, se le deben sumar los cambios degenerativos que sufre el cuerpo al nivel de ligamentos, tendones y articulaciones, que a su vez debilitan la masa muscular y predisponen a tener calambres.
Por su parte, los huesos tienden a volverse menos densos, patología que se conoce como osteoporosis, tornándose más débiles y propensos a fracturarse. En este sentido, es clave tener un plan preventivo o de cuidados, ya que el desarrollo de estas disfuncionalidades físicas puede acarrear una disminución en las interacciones sociales.
Es que cuando un adulto mayor tiene problemas físicos de este tipo, comienza a sentir dolor progresivamente, lo cual altera su ánimo, volviéndose irritable y retraído. Por esto, se hace tan importante realizar actividades físicas que no sólo lo ayuden a conservar la estructura y función de sus músculos, huesos y articulaciones, sino que también lo animen socialmente.
Si quieres conocer los ejercicios físicos más recomendados para los adultos mayores cuando sufren de distintas dolencias o patologías, entonces revisa el siguiente contenido.
Como el mismo informe de la UNAM señala, a los adultos mayores el sistema respiratorio se les debilita cuando disminuye la elasticidad de los cartílagos del tórax y se debilitan los músculos respiratorios, limitando los movimientos de inspiración y espiración. Asimismo, se angostan las vías respiratorias por la falta de elasticidad de los bronquios.
Sin embargo, una de las afecciones más complicadas tiene que ver con la reducción de la cantidad y eficiencia de los cilios, que son las vellosidades que ayudan a eliminar las secreciones y bacterias. Esto, sumado a que el tejido que cubre y protege los bronquios se desgasta, provoca que la función respiratoria se predisponga a las infecciones.
Las enfermedades infecciosas en personas de 65 años o más no sólo producen debilidad, aislamiento e incapacidad de realizar una vida normal, sino que también afectan la calidad de vida de los adultos mayores, siendo muchas veces la causa última en el fallecimiento de estos, tal como indica esta editorial de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile.
Como parte del envejecimiento orgánico del cuerpo, las personas viven la pérdida progresiva de sus neuronas, responsables de establecer una especie de red que a su vez permite la intercomunicación con el organismo mediante sus prolongaciones celulares que se extienden por todo el cuerpo.
Esto provoca lentitud en la coordinación de las sensaciones y movimientos, originándose no solo variaciones en los mecanismos que controlan la postura y el equilibrio, sino que además un déficit en la sensibilidad de los centros nerviosos que ajustan la presión sanguínea, generando una predisposición a que ésta baje abruptamente al ponerse de pie.
Por otro lado, la regulación de la temperatura corporal y la apreciación del dolor de vísceras (estómago, hígado, intestino, apéndice) se alteran. También se presentan cambios en la memoria que, aunque no afectan la vida cotidiana, modifican las estrategias para el aprendizaje, según establece el mismo Manual MSD citado anteriormente.
En paralelo a todos los ítems recién señalados, la vejez del cuerpo se caracteriza por la aparición de varios estados de salud complejos que se presentan en esta etapa de la vida y que, muchas veces, pueden responder a una mezcla de varias patologías o múltiples factores como la fragilidad, incontinencia urinaria y caídas, entre otros.
En este sentido, especialistas como los de la OMS sugieren que es clave anticiparse a esto, entendiendo que las nuevas generaciones de adultos mayores tienen más oportunidades de hacerle frente a sus estados físicos y de salud, gracias a que actualmente existen más políticas públicas y soluciones particulares para hacerlo.
Conoce más con la guía: Ayuda a tu adulto mayor a estar cómodo y activo.