Asear a un familiar que no puede levantarse de la cama podría representar un reto para cualquiera, pues esta tarea requiere de técnicas y procedimientos bastante específicos, muy diferentes a los que se usan con pacientes que sí pueden levantarse y usar el baño.
Por suerte, vivimos en un momento en que podemos acceder fácilmente a información de primera mano, como la que proporcionan instituciones de la talla de la Unidad de Currículum y Evaluación Ministerio de Educación de Chile, el Liceo Politécnico San Luis, Mediline Plus y el Consejo General de Enfermería de España, entre otras.
Betten dedica un artículo con el paso a paso y recomendaciones específicas de cómo bañar a un paciente en cama, con base en las recomendaciones de esas instituciones. En esta entrega, te describimos, de manera sencilla y resumida, el proceso de lavado de cabeza de un paciente en cama, también con base en las recomendaciones de esos mismos entes.
Lavado de cabeza en cama: paso a paso
Aunque, según las condiciones del paciente, las características de la cama y los recursos con los que cuentes, tienes varias opciones para lavar la cabeza de tu adulto mayor en cama, seguir estos pasos puede facilitarte la tarea en gran medida:
- Prepara la tarea. Trae a la habitación todos los insumos que vas a emplear y colócalos sobre una superficie firme y recta, como una mesa, cerca de la cama: recipiente con agua tibia, preferiblemente a gusto del paciente; jarra con asa, bolsa plástica grande y resistente o pieza de hule de 1.5 × 2 m aprox.; champú, toalla seca de buena absorción; peine o cepillo de pelo.
- Posiciona al paciente en la cama. Si puedes bajar el panel de cabecera de la cama, bastará con subir al paciente lo suficiente para que su cabeza quede fuera del colchón. Si no es posible, habrá que acostarlo en diagonal hasta lograr el mismo resultado. En cualquier caso, hace falta colocar la cama completamente recta.
- Prepara el recorrido del agua. Para esto puedes elegir una de estas dos opciones (u otra que puedas encontrar con tus propias búsquedas):
a) Tiende una pieza de hule de 1.5 × 2 m aprox. desde debajo de los hombros del paciente hacia un recipiente colocado el suelo o en una mesa auxiliar, una silla o cualquier superficie firme y recta, creando una especie de canal por donde circulará el agua.
b) Coloca desde debajo de los hombros del paciente una bolsa plástica resistente y lo suficientemente amplia para evitar mojar la cama. Cálzala en el borde de la cama, como una funda, de modo que el fondo de la bolsa cuelgue hacia fuera de la cama. El agua quedaría recogida en la bolsa.
En cualquiera de los dos casos, es probable que debas empujar suavemente el agua con tu mano para que corra por el plástico sin empozarse debajo del cuerpo del paciente ni mojar la cama.
- Moja el cabello del paciente, gentilmente y avisándole antes, con un poco de agua.
- Aplica el champú, que debería ser: a) de preferencia del paciente; b) hipoalergénico y de bajo aroma; c) que no requiera enjuague; d) que haya indicado el médico; o e) que combine varias de esas opciones. Masajea suavemente el cuero cabelludo, cuidando siempre la comodidad del paciente.
- Vierte nuevamente agua sobre la cabeza del paciente y masajea suavemente. Repite tantas veces como haga falta hasta retirar todo el champú.
¿Con qué frecuencia se debe asear la cabeza?
A no ser que tu adulto mayor tenga alguna necesidad específica, no necesitas lavar su cabeza cada vez que lo bañes. Puede ser cada dos o tres días, o con la misma frecuencia con la que lo haría el paciente normalmente.
Recomendaciones finales
- Recuerda protegerte. Utiliza una pechera para evitar mojarte, y zapatos resistentes al agua.
- Pregúntale a tu proveedor de insumos sanitarios si disponen de implementos especializados para esta tarea, como lavacabezas o bandejas lavabo para cama clínica. Pon especial atención a la altura del lavacabezas, algunos podrían ser incómodos para tu familiar.