La autonomía y la independencia son dos factores a los que debemos prestar atención cuando se trata de la salud mental en la vejez.
Independientemente de si es causada por una caída, pérdida de la capacidad física o grave deterioro cognitivo por enfermedades mentales peligrosas, la falta de movilidad podría tener efectos negativos en la vida y bienestar de los adultos mayores.
En la tercera edad, a pesar de que es el momento para descansar de años de trabajo duro, la mayoría de las personas quiere seguir haciendo sus actividades diarias y labores.
De hecho, a medida que pasa el tiempo, muchos nos preocupamos por no poder valernos por nosotros mismos en el futuro, tener problemas al movernos y no disfrutar de nuestras actividades favoritas.
Esto ocurre porque la capacidad para caminar y desplazarnos es fundamental para vivir bien y de forma independiente.
Cuando envejecemos, algunos cambios o eventos podrían afectar nuestra movilidad, incluyendo caídas, problemas relacionados con el equilibrio o la fuerza física, y más. Algunas causas podrían ser más graves que otras.
La falta de autonomía o movilidad limitada podrían quitarnos la oportunidad de salir de casa, visitar a nuestros amigos o familiares, mantenernos al día con los deberes del hogar o simplemente convertirse en un obstáculo al momento de realizar actividades tan sencillas como ir al baño o tomar una ducha.
Todos estos factores pueden aumentar el riesgo de sufrir depresión y ansiedad y otros trastornos de la salud mental.
Afortunadamente, además de realizar investigaciones para abordar los factores de riesgo de las discapacidades físicas, los expertos también han trabajado duro para ayudarnos a conocer lo que podemos hacer para que nuevos seres amados tengan autonomía e independencia en la vejez.
En este sentido, en función de ayudar a las personas en la tercera edad a ser más autónomos e independendientes, podemos seguir estas cinco recomendaciones:
Cuando hay problemas de movilidad en la vejez, los fisioterapeutas pueden brindarnos una mano amiga. Estos profesionales médicos pueden evaluar la situación por la que pasan nuestros seres queridos y ayudarnos a definir cuál es el mejor tratamiento para aumentar su fuerza y autonomía.
Los fisioterapeutas pueden ayudar a los adultos mayores a sentir más confianza en sus habilidades físicas, mejorar el equilibrio, recuperar la fuerza muscular y maximizar la movilidad articular. En consecuencia, nuestros seres amados podrían mejorar o recuperar poco a poco su autonomía y realizar las actividades diarias a las que están acostumbrados.
Si bien la fisioterapia puede ser de gran ayuda, en algunos casos, la recuperación puede tomar algo de tiempo antes de que se vean resultados; además, a veces, la pérdida de movilidad podría ser permanente.
En estos escenarios, debemos intentar definir qué tipo de dispositivo de movilidad podría darle a nuestros seres queridos la ayuda que necesitan.
Algunas de las opciones más populares actualmente incluyen las silla de ruedas o los scooters motorizados. También hay alternativas más sencillas, como los bastones o los andadores simples.
Solo debemos tener en cuenta que cada persona es diferente y tiene necesidades particulares. Por lo tanto, es importante determinar cuál dispositivo podría adaptarse a los requerimientos y preferencias del adulto mayor que está bajo nuestro cuidado.
Preparar la casa para la vejez también es indispensable si queremos ayudar a los adultos mayores a tener más autonomía e independencia. Por lo tanto, otra de las recomendaciones que debemos considerar es instalar equipos de seguridad en el hogar.
Este proceso no debe ser costoso. Con unos pocos cambios en la vivienda o algunas adiciones pequeñas y económicas podemos hacer que nuestros seres queridos estén más cómodos y puedan desenvolverse con más facilidad en el día a día.
Las barras de apoyo en el baño y las rampas escalonadas para quienes usan sillas de ruedas son excelentes opciones. Adicionalmente, es recomendable que los artículos que nuestros familiares mayores usan con frecuencia se encuentren fáciles de tomar lugares de simple acceso.
Cuando hay desorden en la casa, el riesgo de sufrir accidentes aumenta, especialmente para los adultos mayores. Un cable enredado en el piso, un objeto en el camino o una alfombra amontonada podrían hacer que una persona se caiga.
Por esa razón, preparar la casa para la vejez también implica revisar que los espacios estén despejados y que nuestros seres queridos tengan libertad para moverse.
También es importante asegurarnos que la iluminación sea la adecuada para evitar caídas y otro tipo de accidentes comunes cuando hay oscuridad.
Si bien los problemas de movilidad pueden dificultar el ejercicio, los adultos mayores deben encontrar una forma de mantenerse activos, incluso durante unos pocos minutos en el día.
Para lograr este objetivo, podemos ayudarlos a hacer algunos ejercicios acordes a su edad o condición (es importante consultar a los médicos para saber si es seguro). También hay estiramientos que se pueden realizar desde la cama o silla de ruedas cuando se tiene movilidad limitada.
Cualquier práctica que fomente el movimiento y la actividad física, incluso si parece mínima, puede ser beneficiosa para el cuerpo si se realiza de forma constante.
Si tus seres queridos sufren de movilidad limitada u otros problemas que puedan afectar su autonomía e independencia, BETTEN tiene artículos y dispositivos que pueden ayudarte.
En nuestro catálogo, puedes encontrar sillas de ruedas, camas clínicas reclinables, andadores, bastones y más artículos para ganar autonomía en el hogar.
Te invitamos a descargar la Guía gratuita: Cómo cuidar la salud mental de un adulto mayor.
Queremos ayudar a tus familiares mayores a recuperar su autoestima mientras se sienten más libres y seguros en casa. ¿Tienes dudas o preguntas sobre nuestros productos y servicios? No dudes en contactarnos a los teléfonos +569 4979 4867 y +562 2993 5323.