Los concentradores de oxígeno son dispositivos médicos que extraen oxígeno del aire para suministrarlo a los usuarios.
Después de recibir el aire, que se compone de 80% nitrógeno y 20% oxígeno, estos aparatos comprimen el gas para reducirlo a flujos con un 90-95% de oxígeno y solo 5-10% de nitrógeno.
Expertos médicos pueden recomendar el uso de concentradores de oxígeno en casa por diferentes razones y para tratar diferentes condiciones médicas, especialmente las que afectan los pulmones.
Sin embargo, muchos aún tienen dudas sobre quién debe usar un concentrador de oxígeno y por qué es necesario en algunos casos. Por esa razón, vamos a repasar quiénes pueden requerir este dispositivo y sus usos comunes.
Como mencionamos, los concentradores de oxígeno son usualmente recomendados a pacientes con diferentes condiciones médicas.
Nuestros pulmones absorben el oxígeno del aire antes de transferirlo al torrente sanguíneo. Por lo tanto, si sufrimos de alguna enfermedad que afecte estos órganos o las vías respiratorias, nuestro cuerpo no obtendrá los niveles de oxígeno que necesita.
En estos casos, la oxigenoterapia es un tratamiento común. Por eso, está recomendada para personas con condiciones que alteran la respiración o cuyos niveles de oxígeno en sangre son más bajos de lo normal.
Sin embargo, otras enfermedades que no están vinculadas con el sistema respiratorio también podrían causar que los niveles de oxígeno estén bajos, incluyendo las condiciones que afectan la salud del corazón.
Veamos una lista más detallada de las enfermedades o condiciones que pueden requerir el uso de estos dispositivos.
Una persona que sufre de alguna de estas condiciones agudas, podría necesitar tratamiento con concentradores de oxígeno.
Ya que afecta las vías respiratorias y puede producir una gran cantidad de moco, el asma dificulta la respiración y la cantidad de oxígeno que nuestro cuerpo recibe.
Esta infección se desarrolla en los pulmones, haciendo que se llenen de líquido en muchos casos. Por esa razón, muchos pacientes con neumonía requieren oxígeno en casa.
Este trastorno respiratorio es más común en los recién nacidos, especialmente en los que nacen semanas antes de la fecha de parto.
Ya que hace que los pacientes no produzcan surfactante, el SDR puede hacer que los pulmones colapsen y la respiración sea más difícil. Consecuentemente, los niveles de oxígeno caen.
También afecta principalmente a los recién nacidos, especialmente los que padecen SDR. Esta afección requiere cirugía y asistencia respiratoria a largo plazo en los peores casos.
Además, algunas enfermedades crónicas requieren el uso de un concentrador de oxígeno de forma permanente o a largo plazo. Este grupo incluye las siguientes:
También conocida como enfermedad obstructiva crónica de las vías respiratorias, la EPOC es una condición crónica que dificulta que los pulmones absorban suficiente oxígeno. El uso de concentradores de oxígeno es uno de los tratamientos recomendados.
Esta afección puede ser potencialmente mortal, ya que provoca daños severos en el sistema digestivo y respiratorio. Por lo tanto, suele requerir oxigenoterapia.
Apnea del sueño
Es un trastorno potencialmente grave que puede hacer que nuestra respiración se detenga o comience esporádicamente mientras dormimos. Como tratamiento, los doctores recetan el uso de concentradores de oxígeno.
Insuficiencia respiratoria crónica
Este síndrome se caracteriza por la incapacidad del sistema respiratorio para cumplir sus funciones y suele ocurrir cuando nuestra sangre no tiene una suficiente cantidad de oxígeno.
Enfermedades del corazón
Si nuestro corazón no puede recibir sangre rica en oxígeno desde los pulmones, como sucede con algunas enfermedades, necesitamos un concentrador de oxígeno para reponer esos niveles.
Un concentrador de oxígeno puede darnos la cantidad de oxígeno que necesitamos cuando no podemos obtenerla por nuestros propios medios.
Ya que nuestras células, órganos y tejidos necesitan adecuados niveles de oxígeno para funcionar, la oxigenoterapia puede ser una excelente opción de tratamiento en estos casos.
Además, los concentradores de oxígeno pueden elevar significativamente la calidad de vida de los pacientes con enfermedades pulmonares o del corazón que no reciben la suficiente cantidad de oxígeno.