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Posturas para que un adulto mayor evite escaras y otras lesiones

Escrito por Raúl | 25 de junio 2019

Una de las principales complicaciones que sufren los adultos mayores postrados son las escaras, que suceden cuando el cuerpo pasa demasiado tiempo inmovilizado en una misma posición.

Aunque es importante siempre contar con la atención de un especialista en úlceras por presión, hay técnicas y posiciones básicas que puedes ejecutar para evitar el adulto mayor postrado desarrolle estas lesiones.

Las escaras son un problema recurrente en pacientes postrados. De hecho, entre el 18% y el 22% de los pacientes bajo cuidados prolongados las padecen, precisa el estudio "Evaluación del riesgo de úlceras de presión en adultos mayores postrados en cama en su hogar" de las universidades federales de Maranhão y Ceará.

Este tipo de úlceras es más común en las áreas del cuerpo en donde los huesos están más cerca de la piel.

¿Por qué? La presión que los huesos ejercen sobre la piel y los tejidos llevar a una rotura y la creación de lesiones sumamente dolorosas, así como infecciones que afectan directamente en la calidad de vida de los pacientes.

Sin embargo, hasta el 95% de los casos de úlceras por presión son prevenibles si se toman las previsiones adecuadas, afirma esta investigación sobre Manejo Práctico de las Escaras elaborado por el Centro Médico General Caulfield en Australia.

Los cuidados oportunos más eficientes son:

  • Invertir en un colchón antiescaras especial de espuma, gel o aire que mantenga el cuerpo lo más seco posible.
  • Usar almohadillas entre las partes del cuerpo que chocan entre sí o donde hay una presión alta.
  • Cambiar de posición cada dos horas (sin arrastre, pues esto abre piel que ya sufre daños).
  • Monitorear constantemente el estado de la piel para detectar irritaciones antes de que sea demasiado tarde.

A continuación te explicamos el tipo de cambios de posiciones que son eficaces para combatir las úlceras y el paso a paso que debes seguir para hacerlas bien:

Boca arriba

  • Pones el cuerpo de manera totalmente horizontal y viendo hacia arriba sobre la cama (clínica o normal), sin ningún tipo de soporte como almohadas o cojines que causen presión. Así el peso se distribuye de manera más uniforme; los puntos donde podrían surgir más lesiones soportan menos peso.
  • Un error común que debes evitar con esta posición es usar almohadas debajo de las rodillas, ya que esto genera una presión extra en los talones.
  • Si necesitas mejorar la circulación de las extremidades, pon una almohada debajo de los talones o las pantorrillas para aliviar la tensión en estas zonas.

Lateral

  • Recuestas el cuerpo de la persona sobre uno de sus costados totalmente.
  • Para evitar la presión, extiende el brazo que queda debajo del cuerpo y flexiona levemente.
  • Coloca el brazo que queda en la parte superior sobre el abdomen.
  • Es importante que coloques una almohada entre ambas piernas para evitar la compresión de los nervios y los vasos sanguíneos.

Fowler

  • Al hacer esta posición pones la espalda en 45 grados.
  • Eleva la cabecera de la cama clínica o silla especial unos 40 o 50 cm la cabecera de la cama, o bien coloca cojines para lograr el mismo efecto, evitando que la espalda quede recargada.
  • Ubica las piernas para que queden flexionadas con una almohada de soporte o extendidas.
  • El ideal es que cuentes con una cama clínica o silla especial para que el cuerpo no resbale de su postura y pueda causar daños.

Este tipo de posición ayuda a que el adulto mayor pueda involucrarse con su entorno, conversar y hacer actividades, mejorando su calidad de vida.

Otros consejos de posturas

  • Es esencial que redistribuyas el peso constantemente para que la presión no recaiga en los mismos puntos del cuerpo de tu adulto mayor.
  • Usa cojines y almohadas debajo de los brazos, cuello, talones, rodillas, piernas o espalda, sin importar la posición en la que esté la persona.

El rol de la higiene constante en el combate de escaras

Cuando un paciente pasa tanto tiempo en una posición, hasta las minúsculas arrugas de las sábanas le generan malestar, así como las de su ropa.

Por eso debes vestir a tu adulto mayor con telas lisas y ligeras, alisar y cambiar sus sábanas regularmente y limpiar su piel para mantenerla seca e hidratada.

Ahora bien, en cuanto aparezcan cambios de coloración o una lesión en su piel, por más pequeña que sea, consulta a un experto para que evitar que se convierta en algo más grave.

Conclusión

Cambia a tu adulto mayor postrado constantemente de posición para evitar que sufra estas lesiones.

No obstante, la cama clínica o silla especial que tu ser querido ocupe es un instrumento que no debes tomar a la ligera cuando se trata de las escaras. El colchón antiescaras, respaldo móvil, y otras funciones para mover a tu adulto mayor son esenciales para hacer la diferencia.

 

Conoce más con la guía: Ayuda a tu adulto mayor a estar cómodo y activo.