Guía: Ayuda a tu adulto mayor a estar cómodo y activo

¿Qué hago para que mi ser querido esté bien?

Aceptar la vejez es un proceso natural de la vida que es necesario que el adulto mayor bajo tu responsabilidad, familiares y cuidadores afronten conjuntamente.

Fomentar un envejecimiento activo, seguro, con bienestar físico y emocional, es crucial en este proceso de cambio; sobre todo si tu ser querido sufre algún problema de movilidad.

En esta guía te entregamos recomendaciones y datos útiles en materia de ejercicios, salud mental y alimentación dentro del cuidado de este familiar o cercano para que disfrute de esta etapa de la mejor manera posible.

 

Entiende qué le pasa a su cuerpo

Claves para entender cómo se comporta el cuerpo humano en la adultez

Tan importante como tratar las enfermedades es entiendas los cambios que enfrenta el cuerpo humano cuando envejece. A continuación te explicamos dónde y cómo son estas transformaciones físicas y emocionales que marcan la tercera etapa de vida de tu ser querido:

Audición y equilibrio

El paso del tiempo y la exposición a ruidos deterioran la capacidad auditiva de los oídos, órganos que permiten percibir la intensidad y características de los sonidos, así como también mantener el equilibrio.

Asimismo, los cambios que surgen en el aparato vestibular (una estructura de canales y nervios que interviene en el equilibrio) generan daños en el control postural reflejo, impidiendo que las tu ser querido mantenga el equilibrio.

La pérdida progresiva de la audición genera molestias y, sobre todo, dificultad para interactuar socialmente, interfiriendo en independencia de las personas que la sufren.

Visión

A partir de los 40 años, la vista comienza a tener problemas. Esto, debido a que el cristalino adquiere rigidez, se vuelve más denso y también más amarillo, lo que dificulta enfocar de cerca, ver con insuficiente luz y percibir colores.

Es lo que explica el Manual MSD sobre los cambios corporales relacionados con el envejecimiento:

  • Pérdida de la visión de cerca: entre los 40 y 50 años, la mayoría de las personas nota que le resulta difícil ver objetos a una distancia inferior a 60 centímetros.
  • Necesidad de una iluminación más intensa: el aumento de densidad del cristalino hace que entre menos luz por la retina hasta la parte posterior del ojo. Las personas mayores de 60 años necesitan tres veces más luz para leer que las de 20.
  • Cambios en la percepción del color: cuando las retinas tienden a volverse amarillas con el envejecimiento, los colores parecen menos brillantes, los contrastes más difíciles de ver y las letras más desteñidas.

Sistema músculo esquelético

Con el envejecimiento, los músculos disminuyen en tamaño, así como en capacidad de tensión y contracción, además de perder un 25% promedio de fuerza a partir de los 60 años. 

A esto, se le suman los cambios degenerativos que sufre el cuerpo al nivel de ligamentos, tendones y articulaciones, que a su vez debilitan la masa muscular y predisponen a tener calambres.

Los huesos tienden a volverse menos densos, patología conocida como osteoporosis, tornándose más débiles y propensos a fracturarse.

Por esto, se hace tan importante que el adulto mayor realice actividades físicas que lo ayuden a conservar la estructura y función de sus músculos, huesos y articulaciones.

Sistema respiratorio

El sistema respiratorio se les debilita ya que disminuye la elasticidad de los cartílagos del tórax y se desgastan los músculos respiratorios, limitando los movimientos de inspiración y espiración. Asimismo, se angostan las vías respiratorias por la falta de elasticidad de los bronquios.

Sin embargo, una de las afecciones más complicadas tiene relación con la menor cantidad y eficiencia de los cilios, que son las vellosidades que ayudan a eliminar las secreciones y bacterias. 

Esto, sumado a que el tejido que cubre y protege los bronquios se deteriora, provoca que la función respiratoria esté predispuesta a las infecciones.

Las enfermedades infecciosas en personas de 65 años o más producen debilidad, aislamiento, incapacidad de realizar una vida normal y pasan a ser muchas veces causa en el fallecimiento de estos, tal como indica esta editorial de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile.

Cerebro y sistema nervioso

Como parte del envejecimiento orgánico del cuerpo, las personas pierden progresivamente sus neuronas, responsables de establecer una especie de red que permite la intercomunicación con el organismo.

Esto provoca lentitud en la coordinación de las sensaciones y movimientos, originándose variaciones en los mecanismos que controlan la postura y el equilibrio, y un déficit en la sensibilidad de los centros nerviosos que ajustan la presión sanguínea, lo que predispone que esta baje abruptamente al ponerse de pie.

Por otro lado, la regulación de la temperatura corporal y la apreciación del dolor de vísceras (estómago, hígado, intestino, apéndice) se alteran. También surgen cambios en la memoria que modifican las estrategias para el aprendizaje, indica el Manual MSD.

La autonomía ayuda a tu ser querido a sentirse útil, mejorando su estado de ánimo, salud mental y calidad de vida. 

Fomenta su autonomía

Cómo fomentar la autonomía en adultos mayores

Mantener la autonomía en tu adulto mayor es esencial.  Al realizar actividades de la vida cotidiana con la menor ayuda posible, se siente útil.

Esto tiene efectos positivos tanto para este como para su familia. Entre las acciones que puedes adoptar para ayudarlo a ser más independiente están:

Adapta su entorno

Haz algunos cambios en la casa que faciliten la movilidad e independencia de actividades simples como, entre otros: 

  • Poner barandales en el baño y tina para que pueda asearse solo.
  • Eliminar obstáculos que dificulten los movimientos o sean un riesgo de accidentes.

La tecnología le ayuda todavía más a vivir en un entorno que fomente su independencia. Por ejemplo, hay productos que aspiran el piso, cámaras con sensores para monitorear su estado y hasta dispositivos portátiles que monitorean la salud.

Déjalo hacer sus cosas

Claro que necesita que alguien supervise algunas actividades y esté al pendiente, pero si le resuelves todo, en realidad lo perjudicas más que ayudarlo.

Cuando un adulto mayor ve que le hacen todo, empieza a perder la confianza en sí mismo. Así que antes de ofrecerle ayuda, observa si puede o no hacer cosas básicas como: bañarse, vestirse o comer.

Si ves que sí, recuérdaselo y anímalo a repetirlo.

Respeta sus decisiones

Hazle saber que su opinión es tomada en cuenta y respetada por toda la familia. 

Acepta sus decisiones siempre y cuando sepas que no lo pondrán en peligro. Por ejemplo, aunque sepas que no le hace bien, no le puedes exigir que cambie un hábito, como dejar de fumar, si lleva años en eso.

Dale su espacio

Impúlsalo a tener relaciones sociales con otras personas fuera del entorno familiar, sean vecinos, amigos o conocidos de algún club donde pueda conversar, jugar cartas o simplemente pasar el rato sin sentir que lo vigilan.

Agenda sus actividades

Ordenar su día le ayuda a recordar los pendientes que tiene que hacer por sí mismo en el día. Por ejemplo: 

  1. Regar plantas.
  2. Tomar alguna medicina.
  3. Hacer alguna actividad al aire libre, como caminar.

En resumen, la autonomía en adultos mayores es más fácil de lograr si forma parte de una estrategia. Tampoco le puedes pedir a un adulto mayor con problema de movilidad que sea independiente en una casa de 3 pisos o que haga sus propias actividades mientras supervisas cada paso que da.

Junto con su autonomía, la alimentación es un aspecto que adquiere mayor protagonismo en el cuidado de tu ser querido.

Cuida su alimentación

Entiende lo que significa alimentar al adulto mayor que está bajo tu cuidado

La adecuada ingesta calórica, alimentos necesarios según las distintas condiciones físicas, hasta lo que tiene prohibido consumir si sufre una patología, es toda información crucial que debes conocer sobre tu adulto mayor.

En especial porque las personas de 65 años o más que sufren una pérdida de peso involuntariamente son consideradas "frágiles" por los profesionales de la salud, precisa el portal El Farmacéutico.

Entre las causas más comunes de la malnutrición en la tercera edad están:

  • Pérdida progresiva de secreciones salivares, gástricas, pancreáticas e intestinales. Esto afecta la absorción de nutrientes.
  • Mayor intolerancia a determinados componentes de los alimentos como la lactosa o el gluten.
  • Desgaste de la dentadura.
  • Alteraciones en el sentido del gusto y la motricidad masticatoria; la disfagia (dificultad para tragar) y la reducción del apetito.
  • Factores psicológicos que disminuyen el interés por la comida.
  • Restricciones alimentarias por enfermedades como diabetes e insuficiencia renal. Esto dificulta que el adulto mayor mantenga una dieta equilibrada.
  • Presencia de otras patologías que originan anorexia, lo cual favorece la degradación de proteínas musculares, descenso de la motilidad digestiva y aparición de anemia.

Incluso, si un adulto mayor no sufre ninguno de estos problemas, las necesidades de alimentación de su cuerpo son otras en esta etapa de la vida. ¿Cómo ayudarlo?

Ingesta calórica diaria

Un análisis sobre la importancia de la nutrición en la persona de edad avanzada encargado por la farmacéutica Novartis revela que aportes menores a las 1.500 calorías diarias suponen un riesgo de baja ingesta de vitaminas y minerales, ya que impide cubrir los requerimientos nutricionales diarios.

El mismo estudio establece los siguientes rangos de ingesta energética diaria acorde a la edad y sexo:

  • Entre 60 a 69 años, 2.000 y 2.400 calorías para mujeres y hombres, respectivamente.
  • Entre 70 a 79 años, 1.900 y 2.300 calorías para mujeres y hombres, respectivamente.
  • A partir de 80 años, 1.700 y 2.000 calorías para mujeres y hombres, respectivamente.

En este sentido, los mejores alimentos para ganar peso o músculos de manera saludable son aquellos que contienen proteínas. La ingesta ideal para la población geriátrica oscila entre 1 y 2 gramos/kg/día.

Para conocer los beneficios adicionales de los batidos proteicos en la tercera edad, consulta este artículo de la compañía de alimentos funcionales para adultos senior Vita Lite Alimentos.

Carbohidratos y grasas

Mientras que la ingesta de proteínas en un adulto mayor debería representar entre el 10-20% de lo que adquiere en materia calórica diariamente, los hidratos de carbono debieran hacerlo en la medida de un 50%-75% y las grasas en un rango de 20-%30%.

Estos carbohidratos, también conocidos como polisacáridos, de sabor escasamente dulce, absorción intestinal lenta, están presentes en el almidón de ciertos vegetales, cereales, tubérculos y legumbres, explica la Fundación del Corazón.

Por su parte, en la dieta de un adulto mayor, a no ser que el médico lo contraindique por alguna razón, las principales fuentes de grasas debiesen ser mayoritariamente:

  • Monoinsaturadas (aceite de oliva).
  • Poliinsaturadas (pescados, frutos secos y aceites de semillas).
  • Saturadas (carnes, embutidos, lácteos, mantequilla, margarina y algunos productos procesados).

Fibra y minerales

Para personas de 65 años o más, consumir fibra junto con hidratarse adecuadamente a diario, contribuye a, según el estudio de Novartis:

  • Prevenir el estreñimiento.
  • Favorecer el control de la glucemia y del colesterol.
  • Reducir el riesgo de aparición de algunas neoplasias o cáncer.

Respecto a los minerales, considerando lo que indique el médico u el especialista en nutrición que consultes, están en ciertos productos, entre otros: 

  • Calcio: eche, el queso, almendras y el yogur.
  • Hierro: hígado, yema de huevo, lentejas y carne.
  • Zinc: lentejas, queso curado, carnes y mariscos.
  • Selenio: cereales integrales y pescados.
  • Magnesio: frutos secos, soja, legumbres y el cacao en polvo.

Vitaminas y suplementos alimentarios

Si tu adulto mayor no se alimenta como es debido, entonces sufrirá malnutrición, lo que repercute en la carencia de vitaminas necesarias para su cuerpo. Por ende, es crucial reforzar su consumo de:

  • Vitaminas D: contribuye a que el calcio se adhiera a los huesos.
  • Vitaminas E y C: preservan el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
  • Ácido fólico junto con las vitaminas B6 y B12: evitan la aparición de demencias y enfermedades coronarias o cerebrovasculares.

Grasas

Tampoco podemos dejar de mencionar el rol de los ácidos grasos insaturados como el Omega 3, que son esenciales para el funcionamiento y tratamiento de:

  • Inmunidad celular.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Trastornos neurológicos degenerativos.
  • Enfermedades inflamatorias o autoinmunes.

¿Qué pasa si mi adulto mayor sufre de malnutrición?

Lo recomendable es que recurras a un especialista para que le recete suplementos alimentarios, los que deben ser administrados aparte de las comidas, informa la revista de salud y bienestar Webconsultas.

Sin embargo, como todo alimento o suplemento que ingiera la persona, es necesario que investigues bien primero sus posibles efectos en caso que se padezca ciertas condiciones o enfermedades crónicas.

¿Cuáles son las posturas ideales para que coma?

La postura corporal es clave para que tu ser querido ingiera alimentos. Según este artículo del portal Cuidado Mayor, para que sea lo más autónomo posible en el consumo de líquidos y comida es necesario que tenga un buen control cefálico y de tronco, así como una gran amplitud articular y la fuerza suficiente en los brazos para presionar y levantar vasos o los alimentos.

Si no es capaz, resulta fundamental que cuente con mobiliario y utensilios que le den un soporte. Por ejemplo, cubierto con mangos gruesos hasta sillas o camas clínicas reclinables, que ayuden a que el momento de la comida sea cómodo.

Aprender cosas nuevas es una de las acciones clave para que tu adulto mayor mantenga una buena salud mental.

Promueve que estimule su mente

Cómo mantener activa la mente de los adultos mayores

En la vejez, por lo general, empiezan los problemas de memoria, depresión, demencia e incluso sensación de frustración porque la persona se siente incapaz de realizar actividades de la vida cotidiana. 

Por eso, mantener la mente activa de tu adulto mayor es fundamental para su bienestar, y puede lograrlo si:

Sigue aprendiendo

Que rete al cerebro con cualquier tipo de ejercicio de ingenio o aprendizaje, como aprender a tocar un instrumento, estimula su comunicación neuronal y por ende, su salud mental.

Usa todos los sentidos

Mientras más sentidos usa de el cuerpo, más activo sigue el cerebro y mejores son las conexiones neuronales. Por ejemplo, si la actividad es cocinar, no solo basta con que prepare el plato; es importante que toque los ingredientes y sienta sus texturas, que huela cada uno antes de usarlo y que, al final, cuando pruebe el plato, descubra cada uno de los sabores que usó. Que viva una experiencia de exploración sensorial. 

Juega video juegos (¡en serio!)

Existen videojuegos especiales que son ideales para que adultos mayores entrenen la memoria, el movimiento y las habilidades motoras. Por ejemplo, en un experimento realizado en la Universidad de Montreal reveló que jugar Mario Kart por 30 minutos 5 días a la semana tiene efectos notables en la materia gris del hipocampo y el cerebelo, así como una mejora en la memoria a corto plazo.

Lo ideal es mezclar todas las actividades anteriores para mejorar la calidad de vida de tu ser querido, siempre consultando con especialistas y sobre todo, estar pendiente de lo que podría requerir.

Toda actividad física, por más mínima que sea, contribuye a que la persona mejore su sensación de bienestar y evite situaciones que pongan en riesgo su vida. 

Apóyalo para que haga actividad física

Las actividades físicas más recomendadas para los adultos mayores

Las alternativas de actividad física que te comentamos a continuación no solo ayudan a tu ser querido a evitar caídas, que son consideradas graves en esta etapa de la vida. También contribuyen a su salud física, psicológica y social. 

En este sentido, es fundamental que entiendas que es necesario prevenir estos incidentes con, entre otros:

  • Pisos limpios y sin obstáculos.
  • Barandas en pasillos, escaleras, baños y duchas.
  • Ejercicio que otorga más control y firmeza sobre las extremidades.

Hacer ejercicio es vital para tu ser querido

Enumeramos tres principales efectos positivos a continuación:

  1. Incrementa la sensación de bienestar en general.
  2. Disminuye el padecimiento de alteraciones cardíacas e hipertensión.
  3. Ayuda a controlar enfermedades como la obesidad, la diabetes y el colesterol alto.

Hacer ejercicio constante ayuda a que aumente el flujo de sangre que llega al cerebro y fortalece los vínculos celulares de este órgano, beneficiando la agilidad mental. Media hora de actividad física diaria es más que suficiente.

De hecho, en un estudio, el Dr. Aron Buchman, profesor de neurología del Centro Médico de la Universidad de Rush en Chicago, demostró que las personas mayores que siguen activas tienen una reserva cognitiva, incluso cuando sus cerebros dan muestra de lesiones y otros marcadores como el Alzheimer.

Antes de que tu adulto mayor practique actividades físicas, considera:

  • Su estado de salud (incluyendo contra indicaciones médicas).
  • Posibilidades en cuanto a movilidad.
  • Habilidades motoras.
  • Gustos e intereses.

¿Cuáles actividades físicas convienen a un adulto mayor?

Cardio:

  • Ejercicios cardiovasculares que, con mayor o menor intensidad, contribuyen a mantener un peso corporal adecuado y reducir el riesgo de presentar patologías como la diabetes o la hipertensión. Comprenden la caminata, natación y trote, como recomienda el servicio de residencias para adulto mayor Senior Suites.

Yoga:

  • Especial para personas con problemas de postura. También para quienes quieren mejorar su flexibilidad corporal, equilibrio y ánimo.

Pilates:

  • Similar a la práctica de yoga, fomenta el fortalecimiento de los sistemas músculo- esquelético, osteoarticular, circulatorio y respiratorio.

Taichi:

Natación:

  • Siempre y cuando lo autorice el médico de cabecera, este ejercicio aeróbico mejora la postura, flexibilidad, movilidad y coordinación sin impactar a las articulaciones.

Baile:

  • Ayuda a mantener el peso, controlar la presión sanguínea, aliviar dolores articulares, prevenir la osteoporosis y ejercitar la memoria y la atención.

Las terapias alternativas son recomendables para ayudar a prevenir enfermedades y aliviar el dolor e incrementar la calidad de vida.

Introdúcelo a terapias y acciones alternativas

Estas son las terapias alternativas más recomendadas para los adultos mayores

Desde el año 2005 a la fecha, el uso de las terapias alternativas aumenta en Chile, según estudios del Ministerio de Salud. Entre las principales razones de esta mayor popularidad están:

  1. Costos bajos.
  2. Búsqueda de una mejor calidad de vida.
  3. Falta de efectos secundarios indeseados.

Tomando esto en consideración, ¿cuáles son las terapias más recomendadas para los mayores de 65 años? Antes de elegir una, es necesario que sepas que estas no deben interferir con la terapia médica habitual de tu ser querido, siendo de vital importancia llegar a un acuerdo con el médico tratante, sostiene Universia.

Naturopatía o fitoterapia

Es una de las terapias alternativas más utilizadas por la población geriátrica chilena. Conforma un sistema completo en este tipo de tratamientos para la salud mediante el uso de la alimentación natural, plantas medicinales, agua, tierra, además de ejercicios y actividades mentales con el fin de mantener, prevenir y recuperar la salud.

Es más, es tal el efecto medicinal de las plantas que el 2018 el Ministerio de Salud publicó el libro “Medicamentos herbarios tradicionales”, que incluye las características curativas, argonómicas y culinarias de 103 especies vegetales presentes en Chile, con su correspondiente indicación terapéutica.

Medicina tradicional china: Acupuntura

Esta técnica milenaria, cada vez es más común en Chile, comprende el uso de finas agujas que, colocadas por un tiempo en puntos específicos del cuerpo, regulan el flujo de energía y aplacan el dolor así como mejoran condiciones de enfermedad tales como artrosis, fibromialgia y parálisis faciales.

Como sugiere este artículo de la Universidad Santo Tomás, la acupuntura es utilizada en el tratamiento de más de 300 enfermedades, de las cuales 43 son tratadas con gran éxito, pudiendo revertir cualquier dolencia en niños pequeños y adultos mayores.

En este último grupo etario, es importante considerar que la acupuntura podría no funcionar en algunos pacientes con cáncer o con alguna patología como el pie diabético.

Homeopatía

Es un sistema integral de medicina alternativa que elabora sus tratamientos basándose en sucesivas diluciones en agua o alcohol para que la sustancia original -de origen animal, vegetal o químico- que produce los efectos de una enfermedad quede reducida a su mínima expresión, explica el portal Cuidate Plus.

Es más, especialistas citados por este punto de consulta de salud sostienen que pequeñas cantidades de un remedio homeopático aplicado en determinados síntomas en una persona sana, es capaz de curar los mismos o semejantes en una persona enferma.

En Chile, hay antecedentes del uso de homeopatía para tratamiento de:

  • Alzheimer.
  • Dolor provocado por artrosis.
  • Inflamación producida por la gota.
  • Enfermedades del corazón.
  • Osteoporosis.
  • Parkinson.

Flores de Bach

La virtud de esta terapia alternativa es que ayuda a aliviar los síntomas de enfermedades que surgen con mayor frecuencia en la tercera edad y prepara al adulto mayor para que acepte todos los cambios físicos y psicológicos que vive.

Según la terapeuta floral especializada en la salud emocional de personas de más de 65 años, Ximena Carrera, la mayoría de los adultos mayores ve afectada su autoestima y comienza a experimentar ansiedad, estrés y somatizaciones que incluso los llevan a sufrir depresión. Por lo mismo, es elemental prestar atención a cualquier cambio en la conducta que estos presenten.

Con un buen diagnóstico, las Flores de Bach ayudan a superar un estado depresivo, aumentar la autoestima, disminuir la ansiedad y el estrés, entre otros beneficios asociados.

Masoterapia

La masoterapia es una terapia alternativa energética, altamente empleada en adultos mayores, ya que contribuye al tratamiento de enfermedades y lesiones así como a la relajación y bienestar.

Consiste en la aplicación de masajes con fines terapéuticos y con foco en estimular, relajar y entregar equilibrio al cuerpo. Es usada por quiromasajistas para mejorar la circulación, recuperar la movilidad, aliviar o reducir el dolor, y optimizar la conciencia sensorial del adulto mayor.

De manera complementaria, estos terapeutas usan otras técnicas como la musicoterapia que, entre otras cosas, contribuye a mejorar las habilidades verbales, aspecto que durante la tercera edad, y dada la degeneración neurodegenerativa, afecta a muchos adultos mayores.

Fisioterapia

Uno de los principales peligros que corre toda persona con problemas de movimiento es que, por su impedimento, ejercite poco y con el tiempo desarrolle atrofia muscular, que es cuando los músculos se adelgazan y debilitan, imposibilitando a la larga cualquier tipo de movimiento. 

La fisioterapia es una terapia básica para ayudar a los pacientes en este aspecto:

Mejora el estado físico: es su principal función y existen distintos tipos de ejercicios.
  • Ejercicios pasivos: un especialista ayuda a mover diferentes articulaciones del paciente, como rodillas y codos.
  • Ejercicios activos: la persona realiza alguna acción como girar la muñeca o flexionar los dedos.
  • Ejercicios de fortaleza: la persona camina o bien eleva una pierna o un brazo.
  • Ejercicios de estiramiento: evitan el acortamiento muscular por falta de movimiento. 

Previene el deterioro del cuerpo: rehabilita y ayuda a aliviar el dolor crónico al activar los mecanismos de regulación de la sensación del dolor del cuerpo.

Mejora la salud mental: al percibir que hay preocupación, tu ser querido mejora su estado de ánimo y autoestima. Un estudio realizado por la Academia Sahlgrenska evidencia que las personas con depresión que reciben sesiones de fisioterapia mejoran radicalmente su estado de ánimo. 

Mejora la calidad de vida: crea agilidad porque rehabilita los músculos y ayuda a prevenir caídas y accidentes.

Recuerda que la fisioterapia es un método de soporte y no una estrategia única de recuperación. Igualmente, siempre consulta con médicos especialistas las rutinas y ejercicios que haga tu ser querido.

Posturas de autocuidado para prevenir escaras

Además de problemas musculares, otra complicación que tu ser querido puede sufrir si está postrado o tiene problemas de movilidad son las escaras, que suceden cuando el cuerpo pasa demasiado tiempo inmovilizado en una misma posición.

Según precisa el estudio “Evaluación del riesgo de úlceras de presión en adultos mayores postrados en cama en su hogar" de las universidades federales de Maranhão y Ceará, entre el 18% y el 22% de los pacientes bajo cuidados prolongados las padecen

Por lo mismo, es importante contar con la atención de un especialista cuando aparecen, pero además que tu adulto mayor y su cuidador manejen técnicas y posiciones básicas para evitar el desarrollo de esas lesiones, entre ellas:

  • Invertir en un colchón anti escaras especial de espuma, gel o aire que mantenga el cuerpo lo más seco posible.
  • Usar almohadillas entre las partes del cuerpo que chocan entre sí o donde hay una presión alta.
  • Cambiar de posición cada dos horas (sin arrastre, pues esto abre piel que ya sufre daños).
  • Monitorear constantemente el estado de la piel (debe estar seca e hidratada) para detectar irritaciones antes de que sea demasiado tarde.

A continuación te explicamos el paso a paso de cambios de posiciones que tú mismo puedes practicar con tu ser querido para prevenir estas úlceras:

Boca arriba

  • Pones el cuerpo de manera totalmente horizontal y viendo hacia arriba sobre la cama (clínica o normal), sin ningún tipo de soporte. Así el peso se distribuye de manera más uniforme; los puntos donde podrían surgir más lesiones soportan menos peso.
  • Un error común que debes evitar con esta posición es usar almohadas debajo de las rodillas, ya que esto genera una presión extra en los talones.
  • Si necesitas mejorar la circulación de las extremidades, pon una almohada debajo de los talones o las pantorrillas para aliviar la tensión en estas zonas.

Lateral

  • Recuestas el cuerpo de la persona sobre uno de sus costados totalmente.
  • Para evitar la presión, extiende el brazo que queda debajo del cuerpo y flexiona levemente. 
  • Coloca el brazo que queda en la parte superior sobre el abdomen.
  • Es importante que coloques una almohada entre ambas piernas para evitar la compresión de los nervios y los vasos sanguíneos.

Fowler

  • Al hacer esta posición pones la espalda en 45 grados.
  • Eleva la cabecera de la cama clínica o silla especial unos 40 o 50 cm la cabecera de la cama, o bien coloca cojines para lograr el mismo efecto, evitando que la espalda quede recargada.
  • Ubica las piernas para que queden flexionadas con una almohada de soporte o extendidas.
  • El ideal es que cuentes con una cama clínica o silla especial para que el cuerpo no resbale de su postura y pueda causar daños.

Otras posturas

  • Es esencial que redistribuyas el peso constantemente para que la presión no recaiga en los mismos puntos del cuerpo de tu adulto mayor.
  • Usa cojines y almohadas debajo de los brazos, cuello, talones, rodillas, piernas o espalda, sin importar la posición en la que esté la persona.

En síntesis: dale las herramientas para que viva bien

Como cuidador o familiar de un adulto mayor es esencial que comprendas los cambios que experimenta su cuerpo y mente. Solo así entenderás por lo que está pasando.

Junto con ello, es necesario que conozcas las acciones necesarias para que tu ser querido viva una vejez plena y saludable dentro de sus posibilidades, como fomentar la autonomía, cuidar la alimentación, promover una mente activa, incentivar actividades físicas, y realizar terapias alternativas.

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