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Historias de éxito: Adultos mayores que viven plenamente con diabetes

Escrito por Mariví Coello | 27 de febrero 2024

Ante todo, claridad: no se debe perder de vista que la diabetes es una enfermedad muy seria, que puede deteriorar órganos y sistemas y llevarse el bienestar y la autonomía de quien la padece. Toda persona con diabetes requiere de cuidados específicos y estricta vigilancia médica.

Ahora bien, lo que sí queremos es poner foco en otro hecho probado: es posible vivir una vida plena aun con diabetes, si se toman las medidas adecuadas. Y una de esas medidas es afrontar el asunto con una actitud positiva. Así lo demuestran varios estudios que han hallado evidencia de la relación entre un pensamiento positivo y una buena salud. 

 

Y las historias de algunos famosos también parecen dar fe de que una buena actitud es el mejor complemento de los cuidados médicos cuando se trata de vivir plenamente aun con diabetes:

“Don Francisco”

En lugar de lamentarse, asustarse o entregarse a una vida de sufrimiento, el presentador chileno cuyo nombre real es Mario Kreutzberger concibe su diabetes tipo 2 como una suerte de paso de una vida sin cuidados a un estilo de vida saludable en cuya promoción ha trabajado de la mano de organizaciones como Boehringer Ingelheim y la OMS. “Ahora hago ejercicio de lunes a viernes, por lo menos una hora. Y como más frecuentemente para evitar los altos y bajos de energía. A veces uno se sale del carril pero hay que levantarse y empezar de nuevo cada día”. 

 

Sonia Sotomayor

Diagnosticada con diabetes tipo 1 a sus 7 años, la descendiente de puertorriqueños es la primera persona de orígenes latinos y tercera mujer en alcanzar el máximo cargo del sistema judicial estadounidense. Creció en el Bronx y se graduó con honores en la Universidad de Princeton. Ha escrito varios libros, incluyendo uno sobre la diabetes en la infancia. “Todos los que padecemos una enfermedad crónica tenemos que ser valientes (…) para gestionar nuestra vida y participar plenamente en ella de un modo en que no lo pueden hacer quienes no padecen estas enfermedades”.

 

Tom Hanks

Al hablar con la prensa sobre su diagnóstico en 2013, el dos veces ganador de un Oscar declaró estar convencido de que la causa de su muerte no sería su diabetes. “Simplemente mi tipo de cuerpo y mi estilo de vida me hicieron propenso a tener altos niveles de azúcar en sangre. Son cosas de la vida, es lo que hay (…) Sé qué debo hacer (…) Se trata solo de comer bien, ejercitarse (…) Es parte de la vida y estoy muy bien, gracias”.

Otras personas que hoy son ya adultos mayores también han dado testimonio de cómo se puede vivir una vida plena aun teniendo diabetes. Algunos de los ejemplos más notorios son la cantante estadounidense Patti LaBelle, “La Madrida del Soul”; la superchef Paula Deen, que tiene varios recetarios para diabéticos y no diabéticos; y la leyenda del tennis Billie Jean King, cuyo más famoso duelo deportivo es representado en la película La batalla de los sexos.

 

Además de estos testimonios, existe un sinnúmero de personas conocidas de diversas edades que viven con diabetes, muchas de las cuales también trabajan activamente para ayudar a otros a enfrentar la diabetes. Dignos ejemplos de ellas son el músico estadounidense Nick Jonas, diagnositcado con diabetes tipo 1 a sus 13 años que participó en la fundación de Beyond Type 1, una plataforma informativa sobre la diabetes tipo 1, y la destacada atleta chilena María Ignacia Montt Blanchard, diagnosticada con diabetes tipo 1 desde los 11 años.

A jóvenes como ellos se les pronostica una mayor expectativa de vida que a otras personas con la misma enfermedad, pues orientan sus energías a proporcionarse los cuidados que exige su condición y cuidan el principal elemento: la dieta.

En todo caso, es probables que sean personas a quienes uno conoce las que logren tener una influencia más efectiva en nuestra vida: familiares, amigos, antiguos compañeros de vida, de trabajo…

En ese sentido, es bueno identificarlos, y poner especial atención en aquellos que demuestren una actitud positiva y edificante ante un reto tan serio como la diabetes. Es bueno darse permiso para autorreconfortarse cuando hace falta, pero también es muy bueno tener presentes los ejemplos de otros guerreros para ver cómo su ejemplo puede ayudar a fortalecer el espíritu e iluminar nuestro camino.