¿Sabías que en Chile el número de adultos mayores se estimó en 2.260.222 de personas?
Estos son los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), cifra que para el 2019 representaba el 11,9% del total de la población del país. Se espera que en los próximos 20 años se presente un crecimiento de 3,7% anual para este grupo etáreo.
Esta cifra indica que: se necesitan cuidadores de adulto mayor ¡y muchos!, pero no siempre es fácil que las familias encuentren a una persona capacitada para cuidar de sus seres queridos, que no solo tenga el conocimiento técnico sino también una actitud empática y cariñosa para realizar dicha tarea.
Es por ello que hemos creado el E-Book Definitivo para Cuidadores de adulto mayor.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
Datos de la misma organización, indican que en el mundo hay alrededor de 47,5 millones de personas que padecen demencia, y cada año se registran 7,7 millones de nuevos afectados.
Para el año 2050 se espera que habrá 150 millones de personas afectadas con demencia, por lo que esta enfermedad se ha convertido en una prioridad para la salud pública.
Los adultos mayores de 65 años responden a un factor de riesgo, y aunque la demencia no es parte normal del envejecimiento, si es un hecho que el deterioro cognitivo es más común en adultos mayores. A continuación, compartimos algunos datos importantes a tener en cuenta si se está al cuidado de alguien con demencia:
Los cuidadores que están a cargo de personas con demencia van a experimentar buenos y malos días. La meta cuando se está al cuidado de una persona enferma es que esta pueda sentirse lo más cómoda, feliz y segura posible.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los tipos de demencia, incluido el Alzheimer, son irreversibles y progresivos. Los episodios de demencia en las personas mayores, tienden a empeorar con el tiempo y no existe una cura conocida. Pero lo que sí se puede lograr es fomentar los buenos momentos en la persona con demencia, buscar actividades que disfruten como jugar juegos de mesa, hacer manualidades, escuchar música o alguna otra actividad que puedan disfrutar, no trate de forzarlos, pero si acompañarlos y guiarlos a un estado de calma.
Educarse acerca de la enfermedad
La OMS espera que para el año 2025, el 75% de los países presten apoyo y formación a cuidadores y familiares acerca de cómo cuidar a una persona con demencia.
Según Mayo Clinic los síntomas de la demencia varían según la causa, pero los signos y síntomas frecuentes son los siguientes:
Cambios cognitivos
Cambios psicológicos
Educarse acerca de la enfermedad es un paso muy relevante. Puede que el único síntoma evidente sea la pérdida de memoria, sin embargo simultáneamente la persona puede estar experimentando un deterioro neurológico que puede provocar una serie de otros problemas.
Las personas mayores pueden puede desarrollar comportamientos y estados de ánimo difíciles. Los síntomas dependen de las áreas del cerebro afectadas por la enfermedad.
Recomendaciones para disminuir los factores de riesgo
El equipo de neurología de La Clínica Alemana, enumera algunas recomendaciones para disminuir los factores de riesgo en el el desarrollo de la demencia:
El Alzheimer es un trastorno neuronal gradual que produce un deterioro en las células cerebrales y en un encogimiento de estas.
Es común que los pacientes recaigan en lo que se conoce como demencia (no todas las demencias son por culpa del Alzheimer) y afecte derechamente la capacidad cognitiva, social y hasta física de una persona.
Teniendo en cuenta cómo es la enfermedad de Alzheimer, lo primero será obtener información del paciente y clasificar a la persona que está a nuestro cuidado en 3 grados de la enfermedad:
En el grado leve las personas pueden desempeñar su vida cotidiana de forma independiente pero en ocasiones tienen dificultad para acordarse de nombres, situaciones o lugares. Muchas veces su memoria falla ante hechos actuales o contingentes.
En el grado moderado las personas que padecen de Alzheimer sufren de pérdida de memoria significativa, confusión general y daños físicos evidentes. Se puede observar:
Por último, en el grado severo de esta enfermedad se pierde la independencia y en todas las funciones cotidianas y básicas se necesita ayuda de un tercero (ir al baño, caminar, comer), por tanto es de vital importancia estar en constante observación de la persona que padece Alzheimer.
En el grado severo la persona lamentablemente deja de reconocer a la gente y pierde lucidez casi por completo, le es difícil tragar y no pueden seguir el hilo de las conversaciones.
Lo recomendable para cuidadoras o enfermeras que se encargan de pacientes con Alzheimer es seguir rutinas. Estas posibilitan la orientación del paciente y el sentido de familiaridad de las cosas, mantendrá al paciente de forma más activa y con sensaciones de estabilidad en el día a día.
Si por uno u otro motivo se deben hacer cambios en la rutina se recomienda que se realicen de forma gradual y no abrupta.
La rutina incluye una dieta balanceada con horarios estrictos, es fundamental que el cuidador se informe acerca de los nutrientes sugeridos al paciente (estos varían de persona a persona) y organice turnos perfectamente definidos.
Hay que recordar que pacientes con Alzheimer con facilidad olvidan si ya se alimentaron o bien si han tomado suficiente líquido por tanto es tarea del cuidador/a el estar atento y atender nutricionalmente al paciente.
Se recomienda como cuidador de un paciente con Alzheimer la planificación de salidas o actividades al aire libre identificando el momento del día en el que el paciente se encuentre con mejor disposición, esto puede variar claramente entre persona y persona, es común que algunos experimenten más energía en las mañanas y otros por las noches o antes de dormir.
Lo primordial como cuidador es saber identificar este momento y adaptarlo a la rutina. Un cuidador puede intentar planificar salidas en el momento del día en que la persona con Alzheimer está en su mejor momento, que puede variar de persona a persona.
Una recomendación práctica es crear pequeños letreritos en los que de aviso a las personas que rodean al paciente que esta tiene Alzheimer por tanto puede hacer cosas inesperadas o tener conductas semi erráticas.
Algunas actividades para el adulto mayor pueden ser:
Como se especificó anteriormente, es común que pacientes con Alzheimer pierdan la percepción de las palabras, se le olviden muchas de estas y no puedan seguir el hilo de las conversaciones, para esto se recomienda como cuidador/a lo siguiente:
La conversación será de gran ayuda para mantener activo al paciente y también le servirá al cuidador ya que liberara presiones a la hora de cuidar a estas personas.
La Fundación Reina Sofía, junto PWC y MM, elaboraron una Guía práctica para familiares de enfermos de Alzheimer.
Es indispensable saber que las personas que padecen Alzheimer siguen siendo personas. Aunque parezca ridículo decirlo, muchas de ellas son descuidadas y menospreciadas lo que termina afectando su estado de ánimo y acelerando la enfermedad.
Para esto se recomienda a cuidadores que se fijen en la higiene personal de los pacientes, en ocasiones ayudar a maquillar a mujeres que tenían la costumbre es un atisbo de normalidad que producirá un momento de júbilo en el enfermo.
Otra recomendación es la de tener animales de compañía, si el paciente estaba familiarizado antes de la enfermedad con los animales, mantener esa costumbre es de gran ayuda y puede ser motor importante de ánimo y energía.
Analizar cada uno de los posibles peligros al interior del hogar es una recomendación clásica para cuidadores, la observación constante y dedicación evitará peligros de caídas y accidentes.
Adaptar baños, escaleras y pasillos puede ser de gran ayuda no solo para la persona con Alzheimer sino también para la cuidadora.
Hoy en día hay una gama muy amplia de productos que facilitarán tareas tan básicas como ir al baño o bien subir y bajar de una cama. Para ellos existen camas clínicas, que pueden arrendarse para el uso de una persona que necesite de cuidados especiales.
Según datos de la Clínica las Condes cerca del 25% de los adultos mayores, tanto en Chile en otros países del mundo, sufren de malnutrición debido a múltiples factores, como pueden ser patologías de la boca y dientes, situaciones propias de la edad, o simplemente porque viven solos y no tienen quien les cocine y vele por su buena alimentación.
Un consejo que da el geriatra Carlos García de la Clínica las Condes es que las personas de edad avanzada hagan de su alimentación un evento social: “está probado que los que socializan más están mejor alimentados”. También es recomendable presentar platos visualmente atractivos con el fin de contrarrestar los efectos de la falta de apetito.
Una buena nutrición es importante a cualquier edad. Sin embargo, cuando llegamos a la adultez la alimentación juega un papel relevante ya que se debe mantener el índice de masa corporal.
Para lograr mantener el índice corporal, luego de los 80 años, lo ideal es aumentar de peso lentamente, unos 200 o 300 gramos al año. Es por esta razón que algunos adultos mayores necesitan más proteínas.
Algunas recomendaciones de nutrición para personas mayores son:
También puedes imprimir la Guía de alimentación para personas mayores, elaborada por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los alimentos INTA de la universidad de Chile.
A continuación listamos consejos para asistir a una persona mayor que requiere ayuda para alimentarse:
Un adulto mayor necesita 8 vasos de agua al día. Tener suficiente agua ayuda a prevenir la infección del tracto urinario y el estreñimiento.
El agua potable debe estar disponible para los adultos mayores en todo momento. Es recomendable que siempre tengan un vaso o botella de agua a la mano y si le cuesta tragar, dejar una pajita o bombilla que le ayude a succionar y a tomar por pequeños sorbos.
Como ya mencionamos, algunas personas mayores pierden la capacidad de sentir sed, incluso cuando necesitan líquidos, porque la capacidad para detectar la sed disminuye con la edad. Es importante insistir en que beban líquidos por que de lo contrario se pueden deshidratar.
Otra razón por la que las personas mayores no quieren tomar agua es porque temen ir al baño con demasiada frecuencia. Si este es el caso, se puede considerar instalar un baño portátil con fácil acceso para que pueda ir al baño sin miedo. O también se pueden colocar barandas y alza baño para facilitar la ida al baño.
La hora de la comida es un momento social importante.
Si estás al cuidado de una persona mayor, lo más recomendable es que este sea un momento de placer, en donde se use un tono de voz tranquilo, amable y alentador, sobre todo si la persona tiene problemas para tragar las comidas.
Algunas recomendaciones a la hora de comer son:
Los adultos mayores pueden manifestar Hiporexia o falta de apetito, una causa de esto es que no necesitan ingerir tantas calorías ya que sus necesidades físicas no son tan altas.
Si eres un cuidador profesional o un cuidador familiar, ten en cuenta si la persona mayor presenta algún cambio en la cantidad de asistencia que necesita mientras come. Está atento a cambios en los comportamientos como:
Y también a los cambios de actitud, como:
Es importante estar atentos a la falta de apetito en las personas mayores ya que puede ocasionar desnutrición, y en casos severos se requiere de una hospitalización.
Los adultos mayores, en general, son más vulnerables a padecer enfermedades causadas por la pérdida de sus capacidades cognitivas y del envejecimiento fisiológico del cuerpo.
Es relevante poder clasificar y hacer seguimiento de este deterioro para prevenir o actuar de forma anticipada a las complicaciones que se puedan presentar por alguna enfermedad crónica en la vejez.
Hoy en día, existen escalas de valoración que nos permiten conocer la situación de cada persona mayor de forma objetiva para poder aplicar tratamientos específicos y evaluar su efecto y respuesta de la mejor manera posible.
A continuación resumimos las escalas de valoración geriátrica más importantes y utilizadas para la valoración de un deterioro funcional en una persona mayor:
Las escalas de incapacidad de la Cruz Roja, física y mental, (EFCR y EMCR) se publicaron por primera vez en el año 1972.
Es una escala simple y fácil de utilizar sin normas detalladas sobre su aplicación.
Su uso ha resultado de utilidad práctica en la valoración continuada de personas mayores en los diferentes niveles asistenciales, en la comunidad, en programas de atención domiciliaria, en diferentes secciones hospitalarias, residencias y centros de día.
El médico, enfermero, terapeuta debe clasificar al paciente en el grado funcional que más se aproxime a su situación actual. Esta escala evalúa, en un minuto, la incapacidad física usando una escala de seis grados que oscilan entre el 0 (independencia) y el 5 (incapacidad funcional total).
¿Cómo valorar los resultados?
Según un estudio publicado por María Trigás ferrín, Medicina Interna, una puntuación por encima de 3 en la escala de incapacidad física de la Cruz Roja se asocia a una mayor mortalidad en los pacientes geriátricos tanto ingresados como atendidos de forma domiciliaria.
Publicada en 1969 y desarrollada en el Philadelphia Geriatric Center para evaluación de autonomía física y AIVD en población anciana institucionalizada o no. La escala de valoración de Lawton y Brody es utilizada principalmente en el campo de la rehabilitación y de la geriatría, así como en el ámbito de los ingresos residenciales.
Su traducción al español se publicó en el año 1993 y sigue siendo uno de los instrumentos de medición de AIVD más utilizado internacionalmente, sobre todo a nivel de consulta y hospital de día ya que tiene la ventaja de que permite estudiar y analizar cada uno de los ítems.
Este instrumento es útil para evaluar los cuidados diarios de los pacientes a nivel terapéutico y también a nivel de investigación, es muy beneficioso en la detección de las primeras señales de deterioro de una persona mayor.
Capacidad para usar el teléfono:
Hacer compras:
Preparación de la comida:
Cuidado de la casa:
Lavado de la ropa:
Uso de medios de transporte:
Responsabilidad respecto a su medicación:
Manejo de asuntos económicos:
¿Cómo valorar los resultados?
La puntuación final es la suma del valor de todas las respuestas y oscila entre 0 (máxima dependencia) y 8 (independencia total).
La información se obtiene preguntando directamente al individuo o a su cuidador principal. El tiempo medio requerido para su realización es de 4 minutos
El índice de Katz, también conocido como Escala Funcional de Katz, es un instrumento de valoración que permite medir el grado de dependencia física de un sujeto para la realización de actividades de la vida diaria.
Originalmente fue creado en el año 1958, por un equipo multidisciplinario del Hospital geriátrico The Benjamin Rose ubicado en Cleveland, Ohio, EEUU, formado por enfermeras, médicos, trabajadores sociales, fisioterapeutas y dirigidos por S. Katz. Este instrumento originalmente tenía el objetivo de delimitar la dependencia en fracturas de cadera.
Sin embargo, en la actualidad, esta escala de valoración permite evaluar el grado de dependencia o independencia de una persona mayor, tomando en cuenta en seis variantes presentes en la vida diaria: lavarse, vestirse, usar el baño, moverse/desplazarse, contención de esfínteres y alimentación.
Veamos cómo calcular cada una de estas variantes, según el índice de Katz:
Lavado
Vestido
Uso de baño
Movilidad y autonomía
Continencia
Alimentación
Definir en si la persona es:
¿Cómo valorar los resultados?
También conocido como Índice de Discapacidad de Maryland, fue redactado en 1955 por Mahoney y Barthel con la finalidad de medir la evolución de las personas mayores en los procesos neuromusculares y músculo-esquelético.
La traducción al español se publicó en el año 1993 y se comenzó a utilizar en unidades de pacientes geriátricos con accidente vascular cerebral y posteriormente en otros niveles asistenciales.
El índice de Barthel es uno de los instrumentos más utilizados para realizar estimaciones de la necesidad de cuidados personales o para la organizar el cuidado y ayuda a domicilio de una persona mayor.
Este índice de Barthel tiene 10 parámetros a tomar en cuenta, estos son:
Comer
Vestirse
Arreglarse
Deposición
Orinar (Micción)
Ir al baño
Traslado sillón- cama (Transferencia)
Deambulación - Movilidad
Subir y bajar escaleras
¿Cómo valorar los resultados?
Si estás al cuidado de un adulto mayor, es conveniente que conozcas estos instrumentos de valoración que han sido utilizados por médicos, enfermeros, terapeutas, cuidadores y personal técnico, a lo largo de los años, para brindar una mejor atención a las personas en situación de dependencia o definir el tipo de asistencia que requiere un adulto mayor.
Para que puedas dar el máximo provecho a tu profesión si estás dedicado al cuidado de adultos mayores, hemos seleccionado las siguientes opciones para que des a conocer tus servicios:
Muchos adultos mayores desean mantener su autonomía y seguir viviendo en sus hogares, sin embargo necesitan de cuidados porque padecen limitaciones de la movilidad u otros problemas físicos o mentales.
Para publicar tus servicios como cuidador de asistencia domiciliaria como independiente, una de las opciones disponibles es publicar tus servicios en buscadores conocidos.
En Chile los sitios web de clasificados más usados y conocidos son:
Antes de hacer la publicación prepara la siguiente información
Hoy en día es difícil conseguir buscadores específicos para personas que se dediquen al cuidado de adultos mayores, pero queremos compartir contigo un dato súper valioso: Kipers.cl es un directorio especializado en cuidado de personas mayores.
La página de Kipers.cl, aliado comercial de BETTEN; está diseñada para que las familias que necesitan buscar un cuidador especializado lo hagan de forma fácil y rápida.
La gran ventaja de esta plataforma es que tiene inscripción y publicación gratuita, no debes pagar nada por formar parte del directorio. La única condición para acceder a Kipers es demostrar experiencia en el cuidado de personas mayores y colocar tu información personal de forma detallada y completa.
Otra manera de ofrecer tus servicios como cuidador de personas mayores es ingresar tu perfil en empresas que se especializan en el cuidado del adulto mayor.
También puedes considerar casas hogar y ancianatos donde estén buscando personal calificado para el cuidado de los pacientes.
La ventaja de formar parte de los cuidadores de una empresa especializada es que no debes hacer las publicaciones tu mismo y lo más seguro es que tengas un sueldo mensual asignado.
La desventaja es que la empresa será la encargada de cobrar por tus servicios y no tendrás opción de cobrar por tu cuenta o por cada persona mayor que esté a tu cuidado.
Sin embargo sigue siendo una buena opción si no te sientes cómodo con el hecho de no tener un ingreso fijo.
Finalmente, la última opción que queremos mencionarte es que trabajes en una marca personal.
Esta opción es la que implica más trabajo de tu parte, ya que deberás crear y mantener tu perfil profesional en redes sociales, si es posible es ideal que cuentes con una página web y muchas otras opciones que llevan tiempo y esfuerzo.
La ventaja de tener una marca personal es que podrás publicar tus trabajos, hablar de tu experiencia, de tu perfil y darte a conocer como especialista, lo que es muy recomendable si quieres ser independiente y ofrecer tus servicios y manejar tu agenda de forma autónoma.
Dependiendo del tipo de cuidador o institución el pago generalmente es por jornada o por hora, por ejemplo, el cobro común de un cuidador por una jornada diurna que incluye prácticamente todas las especificaciones antes mencionadas va desde los $25.000 a los $60.000 pesos chilenos diarios.
Si se contratan servicios por hora tendremos rangos de precio desde los $8.000 a los $20.000 pesos chilenos la hora. Ahora claramente va a depender de las competencias del cuidador en cuanto a la cobertura de los servicios entregados (mientras más conocimientos tengas naturalmente puedes cobrar más).
Si quieres optar por trabajar como cuidador de adultos mayores encontraremos una amplia gama de posibilidades, uno puede ofrecer sus servicios directamente con agencias de cuidadoras online que te pedirán ciertos datos para corroborar identidad y competencias.
Luego de esto ya estarás esperando por una familia que necesite de tu ayuda. Los pagos pueden ser directamente con el prestador de servicios, en este caso, directamente contigo o bien a través de la agencia que utilizaste para que contrataran tus servicios.
En cuanto a las competencias antes señaladas te recomendamos que estudies y te mantengas informado constantemente acerca de las mejores prácticas a la hora de cuidar a una persona mayor.
Recuerda que mientras más conocimientos tengas acerca del tema mejor será la calidad del servicio que entregaras y podrás optar por mejores puntuaciones que se traducen en más clientes o mayores retribuciones económicas.
Si estás buscando formarte como cuidador de adulto mayor, es importante que tomes en cuenta que primero debes estar capacitado en ciertas áreas estratégicas con el fin de poder ofrecer una atención de calidad que satisfaga las necesidades y contribuya al bienestar de la persona mayor.
Los cursos de formación de cuidadores varían según la labor que se quiera desempeñar, van desde formaciones para el desempeño geriátrico, como cursos más especializados dirigidos a profesionales de la salud que quieren especializarse en el cuidado de paciente de edad avanzada.
Para ayudarte con la búsqueda en tu formación como cuidador, puedes ver este resumen que elaboramos de los mejores cursos para formarte como cuidador de un adulto mayor.
Al envejecer los adultos mayores quieren estar en sus hogares. El 82% de las personas mayores entre 65 y 84 años, prefieren quedarse en casa tanto tiempo como pueda, según arrojó una encuesta de OCU (Organización de Consumidores y Usuarios de España).
La recomendación desde BETTEN, tanto familiares como cuidadores, es que opten por acondicionar el hogar si se está al cuidado del adulto mayor.
Para facilitar la tarea hemos elaborado un Checklist con artículos que se deben tener en cuenta para adaptar los espacios para un adulto mayor para mayor seguridad y prevención de accidentes.
Artículos para lograr un mejor descanso
Este artículo es de mucha utilidad al momento de cuidar a un adulto mayor ya que las camas clínicas de uso doméstico tienen funciones que permiten realizar movimientos de respaldo y piernas, mejorando la movilidad del paciente y aligerando el esfuerzo que deben hacer los cuidadores y familiares al mover a una persona.
Otro artículo que hay que considerar si se tiene una cama clínica en casa y se quiere lograr un buen descanso en el adulto mayor, son los colchones anti escaras.
Un colchón anti escaras previene la aparición de estas lesiones y además facilita la tarea del cuidador, ya que no tiene que estar moviendo a la persona frecuentemente.
Los colchones anti escaras son una pieza clave para que el adulto mayor logre un buen descanso y se suelen arrendar junto con las camas o catres clínicos de uso doméstico.
Finalmente, para lograr un buen descanso en el hogar queremos mencionar el uso de barandas laterales de seguridad en las camas clínicas.
Estas ayudan a asegurar al paciente y prevenir caídas del adulto mayor desde la cama. Proporcionan una barrera que ofrece comodidad y seguridad a la persona.
Los inodoros comunes y corrientes suelen ser muy bajos , lo que complica su uso en personas con baja movilidad o problemas en las articulaciones (sobre todo de la rodilla). El alza baños evita que la persona tenga que agacharse para sentarse y así ir al baño de forma más cómoda y segura.
Las Barras de seguridad, son indispensables para la prevención de caídas en el baño. Estas barras, se instalan para facilitar la entrada y salida del baño, brindando soporte, resistencia y seguridad al usuario.
La entrada a la tina requiere de un gran esfuerzo por parte de una persona mayor. La barra de seguridad para tina, funciona como apoyo fijo y seguro para que la persona se agarre y pueda realizar el movimiento al entrar y salir con más confianza.
Las barandas para el WC, permiten que la persona mayor pueda levantarse del inodoro sin la necesidad de pedir ayuda a un familiar. Las barandas son un soporte seguro para que las personas con movilidad reducida puedan ponerse de pie y sentarse en el inodoro con más facilidad.
Estos brindan seguridad y autonomía para el libre traslado, se pueden encontrar simples o de cuatro patas.
El clásico “burrito” o andador brinda soporte y es de gran ayuda para prevenir caídas cuando la movilidad es reducida.
Las sillas de ruedas permiten el transporte de personas con movilidad reducida, debido a una condición permanente, a una lesión o cuidados especiales por post operatorio.
En BETTEN hay sillas de ruedas disponibles para el arriendo en su modelo clásico y modelo ultra liviano.