Si nuestros seres queridos han sido diagnosticados con alguna enfermedad pulmonar como la insuficiencia respiratoria aguda, el oxígeno domiciliario es la mejor opción para complementar su tratamiento y ayudarlos a tener una mejor calidad de vida.
Nuestros adultos mayores pueden tener niveles de oxígeno en sangre bajos cuando sufren insuficiencia respiratoria, lo que afectaría considerablemente su salud y bienestar. Sin embargo, al menos una de cada tres personas que reciben oxigenoterapia domiciliaria ven mejorías dentro de los primeros tres meses.
Además, según la American Lung Association, el oxígeno suplementario temporal o a largo plazo puede ser usado para tratar varias condiciones pulmonares, incluyendo la enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC), fibrosis pulmonar, fibrosis quística, neumonía, ataques de asma severos y apnea del sueño.
En otras palabras, el oxígeno domiciliario puede ser muy beneficioso y efectivo para casi todos los pacientes diagnosticados con alguna enfermedad que afecte su sistema respiratorio. Pero, ¿cómo podemos suministrarlo si nuestros seres queridos lo necesitan? ¡Encuentra las respuestas aquí!
Existe una amplia gama de dispositivos que podemos tener en casa para cuidar las vías respiratorias de nuestros adultos mayores. Para los pacientes que necesitan oxigenoterapia, hay tres que podrían ayudarnos: el concentrador de oxígeno, la bala de oxígeno o bombona de oxígeno y el oxígeno líquido. Vamos a entender mejor cada uno para saber cuál es la opción correcta para nuestros seres amados.
Un concentrador de oxígeno es un aparato innovador con filtros que separan el oxígeno de los otros componentes del aire. Este es el sistema más utilizado actualmente y continúa siendo la opción más económica del mercado.
Este dispositivo toma el aire de la habitación y extrae la mayor cantidad de oxígeno para suplementar a los pacientes en casa, lo que significa que podemos tener una fuente de oxígeno permamente. También hay algunos modelos portátiles para ofrecer mayor conveniencia a las personas que necesitan oxigenoterapia en su día a día.
Si bien los concentradores de oxígeno funcionan con electricidad, podemos usar baterías u otras fuentes de energía para evitar que el suministro se agote. Como una de sus ventajas, no debemos sustituir este aparato cada cierto tiempo. Además, ocupa menos espacio que otras alternativas.
Un concentrador de oxígeno puede proveer desde 0,1 litros hasta 5 litros de oxígeno por minuto a las personas. Podemos regularlo en cuestión de minutos gracias al flujómetro incluido.
Vamos a resumir las ventajas de un concentrador de oxígeno a continuación:
La bala de oxígeno es un aparato pesado que ocupa mucho espacio. Sin embargo, es considerado una buena opción para suministrar oxígeno domiciliario porque no requiere electricidad para funcionar y no produce ruidos.
Además de su tamaño, la bala o bombona de oxígeno tiene la desventaja de que hay que cambiarla con frecuencia y es el sistema más caro de suministro de oxígeno que existe actualmente.
También necesitamos otras herramientas para poder usar la bala de oxígeno en la oxigenoterapia domiciliaria, lo que aumenta el costo base del sistema. Estas incluyen el calibrador reductor, que disminuye la presión a un nivel útil o recomendado, un flujómetro o caudalímetro para definir el flujo de oxígeno en un minuto, el indicador de presión y el humidificador.
El oxígeno líquido es otra forma de administración de oxígeno muy popular, especialmente para quienes buscan conveniencia al momento de salir a la calle.
En este aparato, el oxígeno está almacenado dentro de un tanque que ocupa mucho menos espacio que las bombonas o balas. Pero lo realmente atractivo de este sistema es que permite transferir el oxígeno a termos o tanques más pequeños que podemos llevar con nosotros al salir si nuestros seres queridos necesitan suministro de este gas vital para respirar bien.
Los prácticos termos pesan alrededor de 4 kg, van en una mochila y prometen una autonomía de de seis a siete horas a un flujo de uno a dos litros por minuto.
Sin embargo, el principal inconveniente con el oxígeno líquido es que, a largo plazo, es aproximadamente cuatro veces más costoso que el tratamiento con los concentradores de oxígeno, ya que los tanques necesitan ser cambiados al menos dos veces al mes. Además, el oxígeno líquido se evapora constantemente. En consecuencia, los tanques o termos deben ser reabastecidos constantemente, elevando aún más sus costos.
Sabes cuál es la mejor opción para nuestro adulto mayor depende enteramente de sus necesidades, condición y tratamiento, además del presupuesto. Un concentrador de oxígeno es mucho menos costoso que las otras opciones y ofrece mayor conveniencia si se escoge el modelo adecuado.