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¿Cómo limpiar la habitación donde está una cama clínica?

Escrito por Mariví Coello | 17 de julio 2024

 

Atender en casa a tu adulto mayor con movilidad reducida es tanto un privilegio, en especial para él, como un reto, en especial para quienes se encargan directamente de su cuidado, pues hacen falta diversos procedimientos que no necesariamente son del dominio de la gente común.

Y es que, para sorpresa de muchos, la higiene de un paciente, su cama y su habitación se rige por lineamientos estandarizados que se recogen en programas de estudio de escuelas de enfermería y en manuales operativos de centros de atención médica en todo el mundo.

En 2021, el Ministerio de Salud de Chile y el Hospital San Pablo Coquimbo publicaron el “Manual de Normas y Recomendaciones en la Prevención de IAAS (infecciones asociadas a la atención en salud)”, en el cual recogen de manera clara y concisa todas las normas y medidas que deben aplicarse a la práctica hospitalaria.


Claro que no estamos diciendo que hay que aplicar al cien por ciento todas las normativas creadas para el funcionamiento de centros de atención sanitaria. Pero sí que se pueden basar las prácticas domésticas en los lineamientos generales, de manera que se pueda garantizar asepsia total para el paciente y su familiar cuidador.


Principios generales del saneamiento de áreas y superficies en la habitación de un paciente

  1. Antes de iniciar la limpieza, debe extraerse de la habitación todo tipo de desechos, ropa e implementos sucios, puesto que la presencia de pañales, restos de alimentos y residuos en general reducen la eficacia de los productos desinfectantes más comunes e incrementan los riesgos de infección para todos los usuarios del espacio en cuestión. 

  2. Siempre que sea posible, conviene sacar al paciente de la habitación, ya sea caminando, en silla de ruedas o en su propia cama, que idealmente tendrá ruedas. Si no es posible sacarlo, es bueno tomar medidas adicionales para protegerlo: mueve la cama de lugar dentro de la habitación para limpiar donde no se encuentre y ponerle mascarilla y careta, o bien una especie de hule alrededor de su cama, nunca completamente cerrado. Recuerda siempre informarlo del procedimiento e involucrarlo dentro de sus posibilidades y conveniencia, siguiendo las recomendaciones de su médico.

  3. Hay que usar equipos de protección personal. Un delantal, un buen par de guantes, una mascarilla y lentes protectores reducirán riesgos de accidentes como manchas en la ropa, irritaciones o reacciones alérgicas e infecciones por parte de quien realiza la limpieza. No olvides que, para poder cuidar a tu adulto mayor, debes cuidarte también.

  4. Existe un orden estandarizado para limpiar las superficies: de lo más limpio a lo más sucio, de arriba hacia abajo y de adentro hacia afuera. Por lo tanto, limpiarás primero los techos, luego paredes, puertas y ventanas, seguidamente superficies como mesas y topes de cómodas y peinadoras, etc. y finalmente los pisos. El aseo del paciente en cama tiene su propio protocolo, al cual Betten ya dedicó un artículo. En este caso, debería limpiarse primero la habitación, luego al paciente y su cama y finalmente el piso. En caso de haber un baño dentro de la habitación, deberá limpiarse antes que la habitación, empezando por techo, paredes, puertas y ventanas y cerrando con lavamanos, WC y piso.

  5. Es necesario cambiar las soluciones de jabón o desinfectante cada vez que se vaya a abordar una nueva superficie, o antes si es necesario. Igualmente, hay que lavar los paños cada vez que se pase a limpiar una nueva superficie, o antes si es necesario. 

  6. Los paños, esponjas, cepillos y recipientes empleados en la limpieza del baño, de la habitación y del paciente deben reservarse para ese uso exclusivo, sin intercambiarlos. Asimismo, deben guardarse limpios y secos en un lugar especialmente destinado para ese fin.

  7. La habitación debe permanecer limpia y ordenada todo el tiempo.

  8. La ropa sucia y la basura deben almacenarse fuera de la habitación.

 

La limpieza de la habitación de un adulto mayor que usa una cama clínica tiene unas reglas muy específicas para garantizar el mayor bienestar del paciente y de sus familiares y reducir riesgos de infecciones para todos.

Sigue estas recomendaciones y podrás ayudar a tu adulto mayor, y a ti mismo, a tener mayor calidad de vida.