Si nuestros adultos mayores requieren oxigenoterapia porque sufren alguna enfermedad pulmonar, es probable que pensemos en adquirir fuentes de oxígeno domiciliario como los tanques o centradores de oxígeno.
Sin embargo, eso no es lo único en lo que debemos pensar. Al usar esos dispositivos, también necesitamos algunos accesorios, incluyendo las mascarillas de suministros de oxígeno y cánulas nasales.
Pero, ¿cómo sabemos cuál es la opción que necesitamos? Vamos a analizar algunos aspectos para responder esa pregunta.
Una cánula nasal o gafa nasal es un tubo flexible que suele colocarse debajo de la nariz y tiene dos puntas que van dentro de las fosas nasales para administrar oxígeno.
Para brindar soporte o engancharse sobre las orejas, las cánulas nasales tienen forma de lazo. De esta manera, no cubren ninguna parte del rostro por completo.
Contrario a la cánula nasal, la mascarilla de oxígeno ha sido diseñada para cubrir toda la nariz y la boca. Dependiendo de su modelo o tipo, una máscara cubre y se ajusta sobre la cara.
La máscara de oxígeno se sujeta en las orejas con una correa elástica que se sostiene detrás de la cabeza y sobre las orejas. Además, las mascarillas tienen un diseño particular, ya que vienen con puertos laterales abiertos que permiten el flujo de aire para diluir el oxígeno y liberar el dióxido de carbono.
Tanto las cánulas nasales como las mascarillas de oxígeno comparten el mismo objetivo: suministrar oxígeno.
Ambos accesorios son realmente útiles como parte del tratamiento para personas que sufren afecciones respiratorias, como las siguientes:
Sin embargo, los médicos pueden sugerir usar una o la otra dependiendo de las necesidades del paciente, la cantidad de flujo recetada, el objetivo de la oxigenoterapia y otros requerimientos de concentración de oxígeno.
Generalmente, una mascarilla de oxígeno es la opción más recomendada cuando se requiere un flujo de oxígeno constante medio o alto. Sin embargo, una cánula nasal es la mejor alternativa cuando se necesita suministrar flujos bajos y oxígeno por pulsación.
Además, hay que tener en cuenta que ambos accesorios suelen estar disponibles en diferentes tipos.
Una cánula nasal puede ser:
Las mascarillas de oxígeno también se dividen en varios tipos, incluyendo:
Una cánula nasal es mucho menos invasiva que una máscara de oxígeno. Por esa razón, suele ser una opción conveniente para los pacientes que necesitan realizar otras actividades como comer o hablar durante las sesiones de oxigenoterapia.
Además, las cánulas nasales son más cómodas de usar, ya que solo son tubos pequeños y flexibles que pueden colocarse sobre los oídos o en la parte posterior de la cabeza. En otras palabras, pueden ajustarse de maneras diferentes, lo que significa que son muy buenas alternativas si nuestros adultos mayores deben realizar actividades mientras reciben oxígeno.
Una mascarilla de oxígeno permite a los pacientes recibir mayores concentraciones de oxígeno y tasas de flujo más altas.
Si bien las máscaras faciales tapan gran parte del rostro y son incómodas de usar la mayor parte del tiempo, pueden ser las mejores opciones para personas que respiran por la boca.
Además, una mascarilla de oxígeno no suele generar sequedad nasal como las cánulas nasales.
Definir cuál es la mejor opción para nuestros seres queridos depende de varios factores, como se mencionó.
La oxigenoterapia es, definitivamente, un cambio de juego en la vida de nuestros adultos mayores que han sido diagnosticados con alguna afección pulmonar. Por esa razón, ya sea que estemos buscando un tanque o un concentrador de oxígeno, debemos saber cuál es el accesorio más adecuado para ellos.
Una cánula nasal o una mascarilla de oxígeno pueden ser nuestros mejores aliados durante el proceso de tratamiento y recuperación. Así que, siempre es bueno conocer tanto como podamos sobre estos indispensables accesorios de suministro de oxígeno.