La fisioterapia y el ejercicio pueden aportar muchos beneficios a medida que envejecemos, ya sea porque experimentemos movilidad reducida o tengamos algunos problemas para movernos en general.
Agregar ejercicios regulares y otras actividades a nuestra rutina diaria puede favorecer grandemente la salud mental, ya que nos mantiene activos, nos ayuda a liberar hormonas y químicos cerebrales relacionados con el buen estado de ánimo y puede ser clave para ganar independencia.
Lo mismo sucede con la fisioterapia. Además de disminuir la ansiedad y ayudarnos a ganar autonomía, puede mejorar nuestra calidad de vida a largo plazo. Veamos más detalles sobre sus beneficios.
¿Cómo se relacionan la fisioterapia y la salud mental?
Cuando se trata de salud mental en el adulto mayor, la fisioterapia puede optimizar el bienestar general mientras empodera al individuo a través de la actividad física, los ejercicios, el movimiento funcional y la conciencia del movimiento.
Debido a esos aspectos físicos y mentales, la fisioterapia puede jugar un papel importante en mantener una salud mental positiva durante el envejecimiento.
Tanto en la adultez como en la adolescencia, disfrutar de una buena salud mental depende de la salud física. En otras palabras, es difícil mantenerse psicológicamente saludable si nuestro cuerpo atraviesa algunos desafíos o viceversa.
Sin embargo, la fisioterapia puede abordar ambos, ya que mejora el funcionamiento físico deficiente mientras favorece el estado de ánimo.
¿Por qué el bienestar físico es clave para la salud mental?
Cuando tenemos problemas físicos o motores y nuestra habilidad para desplazarnos se ve comprometida, los roles que elegimos para nosotros mismos o dentro de la sociedad podrían ser más difíciles de cumplir. Al mismo tiempo, si esto ocurre, participar en las actividades que nos gustan también es complicado.
Adicionalmente, tener mala salud física suele provocar angustia emocional y aumentar los riesgos de sufrir problemas de salud mental de forma directa e indirecta.
Sin embargo, la fisioterapia podría convertirse en la respuesta ideal para las personas en la tercera edad que necesitan tratamiento para su salud física y esperan mejorar su estado de ánimo.
Beneficios de fisioterapia en la salud mental
En este sentido, estos son los beneficios que la fisioterapia puede tener en la salud mental:
- Mejora de la movilidad articular y de todo el cuerpo.
- Control y retraso (en algunos casos) de la progresión de algunas afecciones.
- Reducción de la ansiedad asociada con la movilidad reducida o los problemas de desplazamiento.
- Control de peso.
- Promoción de las conexiones cuerpo-mente.
- Mejora del equilibrio y la estabilidad.
- Desarrollo de la consciencia en las señales del cuerpo, permitiéndonos entender lo que necesitamos y ayudándonos a distinguir entre diferentes sensaciones (hambre, sed, angustia o cansancio).
- Sensación de seguridad en nuestro cuerpo y en el mundo que nos rodea
- Mejora del bienestar general y la calidad de vida.
- Prevención o retraso del deterioro del cuerpo.
Una forma de conectar con familiares y seres queridos
Además, si se ejecuta adecuadamente, la fisioterapia también puede convertirse en un instrumento para compartir con familiares y otros seres queridos.
Algunos tratamientos de fisioterapia pueden ser grupales, permitiendo a los adultos mayores conectar con otras personas, fortaleciendo las relaciones con nosotros mismos o el exterior y ayudándonos a no sentirnos solos durante el proceso.
Los ejercicios o tratamientos de fisioterapia grupales más comunes incluyen los siguientes:
- Gerontogimnasia (práctica que se enfoca en mejorar la movilidad articular y la fuerza muscular).
- Talleres de entrenamiento de la marcha.
- Natación o ejercicios bajo el agua.
- Talleres de actividades enfocadas en el equilibrio estático y dinámico.
- Talleres de relajación.
- Bailes.
Ejercicios de fisioterapia individuales más comunes
La función principal de la fisioterapia es mejorar el estado físico. Por lo tanto, involucra diferentes tipos de ejercicios. Los más comunes son:
- Ejercicios activos
Para hacer estos ejercicios, el paciente debe realizar alguna acción como flexionar los dedos o girar la muñeca u otras articulaciones.
- Ejercicios pasivos
Los especialistas asisten a los pacientes mientras mueven diferentes articulaciones, incluyendo muñecas, codos y rodillas.
- Ejercicios de fortaleza
Están diseñados para permitir a los pacientes ganar fuerza y resistencia para ejecutar actividades básicas como caminar.
Generalmente, para hacer estos ejercicios, los pacientes deben elevar una pierna o un brazo y mantenerla en esa posición por algunos segundos.
- Ejercicios de estiramiento
Este tipo de ejercicios puede aumentar la fuerza muscular y reducir o evitar el acortamiento muscular usualmente asociado con la movilidad reducida.
Generalmente, son ejercicios pasivos, ya que necesitan la ayuda del fisioterapeuta.
- Ejercicios para el fortalecimiento de las piernas o abdomen
También hay algunos ejercicios con pelotas especiales para ayudar a los adultos mayores a fortalecer ciertas partes del cuerpo, como las piernas o el abdomen. Estos requieren práctica y entrenamiento.
Pensamientos finales
La fisioterapia puede ser muy positiva para el cuerpo y para la salud mental. Por esa razón, en función de mejorar el ánimo de los adultos mayores, especialmente de quienes sufren movilidad limitada, es recomendable hacerla parte de nuestras rutinas en la tercera edad.
Para más información, descarga la Guía completa de actividad física y salud mental en la vejez.
