¿Quién no ha experimentado o presenciado una típica escena familiar donde un miembro de la familia se retuerce frente al baño mientras el que está dentro se las arregla para salir antes del desastre? Cuando el que está fuera es un adulto mayor o una persona con movilidad reducida, la situación puede ser aún más estresante. O bien puede que alguien simplemente camine más lento de lo que trabaja su intestino y… no llega a tiempo, muchas veces.
Para el adulto mayor o una persona con movilidad reducida este tipo de situaciones puede ser mucho más difícil que lo podemos imaginarnos, e impactar su bienestar físico y emocional.
Doña Rosa no llega al baño
Rosa, una abuela de 90 años con las rodillas desgastadas, siempre había sido risueña y cariñosa; y disfrutaba estando rodeada de su familia. Pero en los últimos meses no podía llegar la baño a tiempo y dejaba un gran desastre en su camino.
Emilia, su hija, intentó ayudarla con la dieta, y sus nietas le decían que no se preocupara, que era normal. Pero ella sabía que era pura gentileza y sentía tristeza de ver a sus nietas recogiendo sus desastres.
Avergonzada, dejó de interactuar con su familia como antes. Ya no se sentaba en la ventana de su sala para disfrutar del sol y de la vista, sino que se quedaba lo más cerca posible del baño.
Joel, su hijo menor se apareció un día con una silla muy peculiar, un baño portátil de BETTEN, que Rosa miró con tristeza inicialmente. “¿Y quién te ha dicho que me voy a sentar allí? ¡Qué vergüenza!”, protestó. Nadie le insistió de modo alguno ni intentó presionarla. Simplemente una tarde, con el baño ocupado y su urgencia ahora recurrente, tuvo que hacer uso de artilugio. Aliviada, cuando se desocupó el baño, ella misma se encargó de llevar la silla al baño, deshacerse del contenido y limpiarla muy bien.
Ahora ya no siente vergüenza ni presión de ninguna clase cuando tiene que ir al baño. “Es un alivio, debo admitirlo”, reconoce calmadamente, de nuevo sentada frente a su ventana.
Diseño inteligente
Fabricado en aluminio ligero pero resistente, el baño portátil de aluminio BETTEN es fácil de transportar y almacenar.
Su estructura plegable permite armarlo en segundos, y ofrece una superficie estable y segura. La altura del asiento está pensada para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida o adultos mayores, permitiendo una transición suave y sin esfuerzos innecesarios. Su tamaño compacto no sacrifica la comodidad. Además, su estética discreta y funcional la hace adaptable a diversos entornos, desde la intimidad del hogar hasta la practicidad de un campamento.
Características técnicas
Los beneficios
Tener un baño portátil Betten son numerosos. En primer lugar, ofrece independencia y seguridad. Para personas con movilidad limitada, tener un baño accesible en casa elimina la dependencia de terceros y reduce el riesgo de caídas al intentar llegar a un baño convencional. En exteriores, como en viajes largos en coche, excursiones o eventos al aire libre, proporciona una solución higiénica y privada donde los baños públicos son inexistentes o inaccesibles. Para situaciones de emergencia, como cortes de agua prolongados o desastres naturales, contar con un baño portátil garantiza una necesidad básica cubierta.
¿Quiénes pueden beneficiarse de esta maravilla portátil?
La lista es extensa. Adultos mayores que valoran la comodidad y seguridad en el hogar. Personas con movilidad reducida que encuentran en este baño una solución accesible y digna. Amantes de la naturaleza y viajeros que desean una opción higiénica en sus aventuras. Organizadores de eventos al aire libre que buscan ofrecer comodidades a sus asistentes. Incluso en hogares con un solo baño, puede ser una solución temporal práctica durante renovaciones o visitas inesperadas.
Uso y limpieza del baño portátil en aluminio de BETTEN
Generalmente, se utilizan bolsas desechables con materiales absorbentes que facilitan la higiene y evitan derrames. Las instrucciones suelen ser claras y el proceso bastante intuitivo. Para la limpieza del propio inodoro portátil, un paño húmedo y un desinfectante suave son suficientes para mantenerlo en óptimas condiciones. La practicidad se extiende también al mantenimiento, diseñado para ser mínimo y sin complicaciones.
En definitiva, el baño portátil de aluminio Betten no es solo un objeto funcional; es una inversión en calidad de vida. Ofrece una solución higiénica, cómoda y segura para una variedad de situaciones donde un baño tradicional no está disponible. Su diseño práctico, fácil acceso y adaptabilidad lo convierten en un aliado indispensable para quienes valoran la independencia, la comodidad y la tranquilidad en cualquier entorno.