Las sillas de ruedas son una herramienta fundamental para la movilidad de muchas personas. En 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que 20 millones de personas en el mundo necesitan una silla de ruedas para desplazarse, aunque no todas cuentan con una.
Ahora bien, contar con una silla de ruedas tampoco garantiza una movilidad al 100%, al menos no con un mínimo de comodidad. Son múltiples los retos que el uso de una silla de ruedas representa tanto para el usuario como para sus familiares, en especial cuando se trata de un adulto mayor.
Si tienes en casa un adulto mayor que usa sillas de ruedas, tal vez te hayas preguntado si necesita alguna solución adicional a la propia silla.
A continuación, analizamos seis de los retos más comunes que enfrentan los usuarios de sillas de ruedas y proponemos soluciones.
La seguridad es un aspecto primordial para las personas que utilizan sillas de ruedas, ya que son particularmente vulnerables a caídas en espacios con barreras para el acceso, como obstáculos, superficies resbaladizas o rampas inadecuadas.
Para mitigar estos riesgos, es crucial que las comunidades y familias se comprometan a crear entornos inclusivos, por ejemplo, incorporando rampas con la inclinación correcta, y manteniéndolas en buen estado, e instalando barras de seguridad en los baños, especialmente alrededor de sanitarios y duchas.
Asimismo, es necesario mantener la silla de ruedas en buen estado, de manera que nunca llegue a representar un riesgo adicional para el abuelo. Las ruedas y los frenos deben estar siempre bien conservadas y mantenerse funcionales.
Mantener la higiene personal de un adulto mayor en silla de ruedas puede ser un desafío significativo. El acceso a baños adecuados y la capacidad de mantener la higiene correcta requiere de técnicas que no todos conocemos. Para mejorar esta situación, es necesario instalar inodoros y lavabos accesibles, así como asegurar que haya suficiente espacio para maniobrar. Los cuidadores también requieren capacitación específica para asistir a los adultos mayores en su higiene personal de manera digna y respetuosa, garantizando que se mantenga su independencia tanto como sea posible.
El manejo de una silla de ruedas (sobre todo las manuales) puede provocar lesiones en manos y brazos debido al esfuerzo repetitivo, resultando en ampollas, cortes e incluso condiciones como el síndrome del túnel carpiano. Para disminuir estos riesgos, se recomienda el uso de cubiertas acolchadas en los aros propulsores de las ruedas, o bien guantes para el usuario, y en los apoyabrazos. Estas medidas permiten un mejor agarre y reducen la fricción, lo cual redunda en mayor comodidad y seguridad para el abuelo.
Las úlceras por presión son un problema crítico para quienes pasan largos períodos sentados. La prevención es clave y puede lograrse mediante el uso de cojines antiescaras que distribuyen el peso de manera uniforme y mejoran el flujo sanguíneo. Es igualmente importante fomentar cambios de posición regulares y realizar ejercicios de movilidad. La educación continua sobre estas prácticas es fundamental para evitar complicaciones serias.
La pérdida de fuerza muscular en los brazos puede limitar la capacidad para propulsar sus sillas de ruedas, sobre todo en adultos mayores, afectando su autonomía. Implementar programas de ejercicios específicos que fortalezcan la parte superior del cuerpo puede ser muy beneficioso. Los ejercicios de resistencia adaptados ayudan a mejorar la capacidad de manejo de la silla y, por ende, la independencia del usuario.
Los desafíos que enfrentan los adultos mayores que utilizan sillas de ruedas son variados y complejos, pero con soluciones adecuadas, se puede mejorar significativamente su calidad de vida.
Desde la correcta implementación de rampas y barras de seguridad hasta el uso de cojines antiescaras y programas de ejercicio, cada esfuerzo contribuye a crear un entorno más seguro y accesible. Es fundamental comprometerse a buscar siempre formas de mejorar la vida de quienes usan sillas de ruedas, promoviendo así una sociedad más inclusiva. ¿Estás listo para tomar acción y marcar la diferencia?